El sábado anterior a la Navidad, grupos de niños y jóvenes recorren las calles de Valladolid y distintos pueblos de la provincia con guitarras y pancartas, para cantar villancicos, felicitar la Navidad y colocar estrellas en las solapas a las personas que encuentran a su paso, de manera altruista.
Se trata de una iniciativa de las Obras Misionales Pontificias que pretende anunciar la llegada de la Navidad y el mensaje misionero que, en estas fechas, se quiere hacer llegar a todas las personas que deseen escucharlo, que no es otro que el Nacimiento del Hijo de Dios. Al mismo tiempo, viene a ser la otra cara de las huchas y cuestaciones del Domund: los mismos que pidieron para los misioneros, tienen ahora un gesto de agradecimiento en su nombre.