La concentración la organiza la Asociación Cultura de la Vida con la colaboración de Provida y Coordinadora por la Vida. Con ella se quiere protestar contra la mayor injusticia cometida contra el ser más inocente, acompañada además de torturas, y rechazar todos los supuestos legales, pidiendo en su lugar más ayuda desde todas las instituciones para las embarazadas con problemas. Ni los cristianos ni las personas de buena voluntad pueden ignorar esta terrible realidad, que se asemeja a los grandes abusos de los totalitarismos nazis y comunistas del siglo XX. En palabras del premio Príncipe de Asturias, Julián Marías: "La aceptación social del aborto es lo más grave ocurrido en nuestra época, junto al terrorismo organizado y el narcotráfico".