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Crónica
Ricardo Blázquez Pérez, nuevo arzobispo de Valladolid
Nombramiento
13 de marzo de 2010
Publicado: BOA 2010, 80.
1. Nombramiento episcopal
El sábado 13-3-2010, a las 12 de la mañana, la Nunciatura Apostólica en España hizo público el nombramiento de D. Ricardo Blázquez Pérez, hasta entonces obispo de Bilbao, como nuevo arzobispo de Valladolid. A esa misma hora el Administrador diocesano D. Félix López Zarzuelo leyó ante la prensa convocada un comunicado anunciando la gozosa noticia y el primer saludo del nuevo arzobispo electo a los fieles de Valladolid.
2. Reseña biográfica
D. Ricardo Blázquez Pérez nació en Villanueva del Campillo, provincia y diócesis de Ávila, el 13-4-1942. Realizó sus estudios en los seminarios Menor y Mayor de Ávila (1955-1967) y fue ordenado presbítero el 18-2-1967. Obtuvo el doctorado en Teología por la Universidad Pontificia Gregoriana de Roma (1967-1972) y también estudió en universidades alemanas.
Sus 21 años de ministerio sacerdotal se centraron en la actividad docente. Fue secretario del Instituto Teológico Abulense (1972-76), profesor (1974-1988) y decano (1978-81) de la Facultad de Teología de la Universidad Pontificia de Salamanca, así como vicerrector de la misma. El 8-4-1988 fue elegido obispo de la iglesia titular de Germa di Galazia y nombrado obispo auxiliar de Santiago de Compostela, recibiendo la ordenación episcopal en esa catedral el 29 de mayo siguiente de manos de D. Antonio María Rouco Varela. El 26-5-1992 fue designado obispo de Palencia y el 8-9-1995 obispo de Bilbao.
En la Conferencia Episcopal Española ha sido miembro de la Comisión para la Doctrina de la Fe (1988-1993) y de la Comisión Litúrgica (1990-1993), y presidente de la Comisión Episcopal para la Doctrina de la Fe (1993-2003) y de la Comisión Episcopal de Relaciones Interconfesionales (2002-2005), así como Gran Canciller de la Universidad Pontificia de Salamanca (2000-2004). El 8-3-2005 fue elegido presidente de la Conferencia Episcopal Española, y el 4-3-2008 pasó a ser vicepresidente de la misma para el trienio 2008-2011.
Además de colaborar en la redacción de muchos documentos de la Conferencia Episcopal Española, son reseñables sus siguientes publicaciones:
3. Comunicado del Administrador diocesano
Queridos diocesanos de Valladolid:
Con gran gozo os comunico que Su Santidad el papa Benedicto XVI ha nombrado al Excmo. y Rvdmo. Sr. D. Ricardo Blázquez Pérez arzobispo de Valladolid .
Os invito a todos: sacerdotes, diáconos, religiosos y religiosas, seminaristas y laicos, unidos a nuestro azobispo emérito D. José Delicado, a dar gracias a Dios y a Su Santidad el papa Benedicto XVI por el nombramiento de un nuevo Arzobispo para esta Iglesia particular que peregrina en Valladolid.
Os pido a todos que recéis por nuestro arzobispo Ricardo, a quien el Señor ha hecho Pastor de la Iglesia de Valladolid, para que su palabra y ejemplo sean provechosos para esta Iglesia que va a presidir.
Espero de vosotros, queridos diocesanos, que acojáis al que viene en nombre del Señor para que ejerza dignamente el Ministerio Episcopal y conduzca a esta nuestra Iglesia a un conocimiento pleno de la verdad y a una vida santa.
Llega Ud., D. Ricardo, a esta tierra de Valladolid, a esta tierra del Sagrado Corazón de Jesús, en un momento fascinante: la Beatificación de un joven jesuita vallisoletano , al que reveló el Sagrado Corazón la Gran Promesa: «Reinaré en España y con más veneración que en otras partes».
Pidamos, queridos hermanos, al Corazón de Jesús que ayude en el Ministerio Episcopal en nuestra Iglesia de Valladolid a nuestro Arzobispo para que le conceda la gracia de presidir, en nombre de Cristo, el rebaño que va a apacentar y ser maestro fiel de la verdad.
Que la Virgen Santísima, bajo las advocaciones de Virgen de San Lorenzo, patrona de Valladolid, y de Nuestra Señora del Sagrario, patrona de esta Catedral, cuya fiesta celebramos hoy; y San Pedro Regalado, patrono de Valladolid, le acompañen siempre para que, con los dones que Dios le ha dado, siga siendo predicador del Evangelio y apóstol del Corazón de Cristo.
4. Primer mensaje
Recibid todos un saludo de paz en el Señor. Cuando tuve conocimiento de que el Papa me había nombrado Arzobispo de la Diócesis de Valladolid, me detuve ante Dios, echando una mirada hacia atrás y otra hacia delante; al tiempo transcurrído en Bilbao y al futuro que se abre ahora con vosotros. Doy gracias a Dios por haber podido cumplir el ministerio durante catorce años en Bilbao; en este momento se agolpan en mi espíritu muchas e intensas experiencias de trabajos, gozos y padecimientos por el Evangelio (cf. 2Tm 1,6-4). La vitalidad y complejidad de la Diócesis han requerido constante atención, desvelos y dedicación.
Pasar de Bilbao a Valladolid no es un simple traslado de lugar; lo siento más como un trasplante con un desarraigo doloroso y un nuevo enraizamiento. Voy a vosotros con la intención de compartir vuestra vida, de caminar juntos en el seguimiento de Jesús, de ser al mismo tiempo vuestro hermano por el bautismo y vuestro obispo por el encargo apostólico. Os manifiesto mi disposición a gastar y desgastar mi vida al servicio del Señor, del Evangelio y de la Iglesia de Valladolid, que tiene rica solera. Comienzo esta nueva etapa en el ministerio episcopal con una esperanza serena e ilusionada. Tengo la experiencia de que Dios nos acompaña siempre y de que la esperanza en Dios nunca defrauda; aunque sea probada mil veces brota incesantemente con renovadas fuerzas. Pido a Dios que «nuestro trabajo comience en Él, como en su fuente, y tienda siempre a Él, como a su fin».
Saludo al Sr. Arzobispo Emérito mons. José Delicado, con quien me unen los lazos de la gratitud, de la amistad y fraternidad en el ministerio. Manifiesto mi afecto y reconocimiento al Administrador Apostólico, M. Il. Sr. D. Félix López Zarzuelo, que en estos meses ha presidido la Diócesis con dedicación y acierto. Saludo a los queridos sacerdotes, y agradezco a Dios la fidelidad y trabajos pastorales; como el Santo Cura de Ars, de cuya muerte celebramos este Año Sacerdotal el 150.º aniversario, estamos llamados a ser testigos de Dios y ministros de su misericordia; cuento desde ahora con vuestra colaboración y os manifiesto mi confianza. El Señor, en su providencia, nos llama a trabajar en estrecha concordia al servicio pastoral de nuestra diócesis.
A los religiosos y religiosas de vida contemplativa y apostólica expreso mi gratitud por vuestra vocación, vuestra presencia y trabajos en esta Iglesia local. Dios os pague todo lo que venís haciendo por el Reino de Dios.
Saludo a los seglares, niños, adolescentes y jóvenes, adultos y ancianos, hombres y mujeres, a las familias; quiero estar cerca de vosotros como vuestro obispo, amigo y hermano.
A las autoridades civiles manifiesto mi respeto y afecto. Encontraréis en mí, como obispo de la Diócesis, un colaborador leal en todo lo que signifique trabajar por la justicia y el amor, por el respeto de la vida humana, por la atención al matrimonio y la familia, por la educación, por la elevación ética de nuestra sociedad, la cercanía a los pobres, enfermos y necesitados; y en este tiempo de forma particular deseo ayudar a todos los que al comenzar la crisis económica y laboral eran más vulnerables y de hecho han sido golpeados por la dureza del tiempo presente. Todas las cuestiones que afectan a la dignidad de la persona entran dentro del campo de mi cuidado pastoral.
Os deseo, queridos amigos, una fecunda celebración de la próxima Semana Santa, en que la fe y la piedad cristianas se hacen rostro e imagen, música y canto, procesión y plegaria en los templos, en las calles y las plazas de la ciudad y de nuestros pueblos. Me satisface reconocer que la belleza, hondura, sobriedad y religiosidad de la Semana Santa de Valladolid es un precioso patrimonio espiritual, no sólo de nuestro pueblo, sino también de la humanidad.
Dentro de un mes aproximadamente celebraremos en Valladolid la beatificación del P. Bernardo de Hoyos, que en pocos años cubrió un recorrido admirable de comunión íntima con Dios y de cruz en forma de dolorosa purificación. En la iglesia de San Antón de Bilbao predicó por primera vez en España sobre el Sagrado Corazón de Jesús el P. Agustín de Cardaveraz, con quien mantuvo una especial correspondencia el P. Hoyos. Este fue infatigable apóstol del Corazón manso y humilde de Jesús, Signo elocuente del amor de Dios que se extiende de generación en generación (cf. Benedicto XVI, Encíclica Deus cáritas est) .
Deseo que para nuestra Diócesis y para toda la Iglesia su beatificación sea una poderosa invitación a acogernos confiadamente a la bondad de Dios, ya que creer en el amor de Dios cambia desde la misma raíz toda nuestra vida.
Termino de recibir la noticia del fallecimiento de D. Miguel Delibes, que escribió genialmente de Castilla y de sus hombres. Pido a Dios para él el descanso eterno.
Queridos amigos, os reitero mi afecto y la promesa de mi entrega al trabajo pastoral entre vosotros. ¡Hasta pronto! Un saludo de paz en el Señor.
5. Toma de posesión
La toma de posesión de D. Ricardo Blázquez Pérez como nuevo arzobispo de Valladolid se celebrará el sábado 17-4-2010, a las 12:30 horas, en la S. I. Catedral . Se prevé que a ella asistan numerosos fieles, con amplia representación eclesiástica y de autoridades civiles y militares, invitados a compartir un momento muy significativo en la vida de la Archidiócesis.
Nuestra Iglesia diocesana se alegra por la llegada del nuevo pastor, encomendándole al Señor y a la Virgen María, para que ejerza el ministerio episcopal con sabiduría y fortaleza al servicio de la Iglesia que peregrina en nuestra Archidiócesis.