Valladolid llena el San Benito de Teófanes Egido para brindarle un sentido último adiós
18 julio, 2024“Gracias por tu vida al servicio de los demás”. Un profundo sentimiento de gratitud ha impregnado la misa funeral por el padre Teófanes Egido (OCD), fallecido en Valladolid el miércoles 17 de julio a los 88 años de edad.
Un sentimiento que se ha materializado en un acompañamiento multitudinario a la Orden de los Carmelitas Descalzos en esta difícil despedida para la comunidad religiosa y para la Valladolid de la que este fraile salmantino se sintió hijo adoptivo, que ha abarrotado la que fue su casa desde el año 1960, el Convento de San Benito el Real.
Tras ser recibido por el Arzobispo de Valladolid, don Luis Argüello, en el monumental pórtico de la Iglesia Conventual, el féretro con los restos mortales del padre Teófanes ha sido dirigido hasta los pies de la escalinata del altar, donde, como ha recordado el padre Luis Javier Fernández Frontela, este carmelita celebraba la misa de las nueve de la noche cada domingo, ganándose las “alabanzas” de los fieles porque con sus didácticas y cortas homilías enseñaba verdaderamente el Evangelio.
Los bancos de la Iglesia de San Benito se han llenado y decenas de personas han tenido que participar de pie de este sentido último adiós al catedrático de Historia Moderna que “cuando volvía de la Universidad (de Valladolid) lo primero que hacía era ponerse el hábito carmelita”. El mismo hábito que cubría para celebrar la Eucaristía con la casulla con la que ha sido envuelto su féretro antes de que su compañero de comunidad glosara y loara al religioso “bueno” y “generoso” que fue Teófanes Egido y que “entre bromas y en serio”, confesaba el padre Luis Javier, “echaba de menos no haber sido misionero”.
Pero en Valladolid desarrolló su misión hasta convertirse “en uno de los mejores humanistas, pionero en muchos campos de la historia”. Y aunque él “no daba importancia a lo que había conseguido y a lo que los demás decían de él y de su trabajo” porque “era un profesional que hacía lo que creía que correspondía hacer”, como ha afirmado el padre Luis Javier durante su homilía, la Junta de Castilla y León así se lo reconoció en 2020 con el Premio Castilla y León de Ciencias Sociales y Humanidades.
La Virgen del Carmen y San José se han erigido en consuelo para los cientos de fieles que entre lágrimas en el fallecimiento del padre Teófanes no ven si no su encuentro con el Padre alzándose desde San Benito, pasando por el Monte Carmelo, tras una vida “larga” y “de entrega a los demás”, según ha destacado el padre Luis Javier, convencido de que a estas horas don Teo estará ya “contemplando el rostro de Dios”.
La huella de Teófanes en Valladolid y África
En una Iglesia de múltiples rostros el Arzobispo de Valladolid, don Luis Argüello, que ha estado acompañado por el Vicario General, Jesús Fernández Lubiano, ha querido agradecer a los Carmelitas Descalzos “habernos permitido contar con Teófanes en nuestra Diócesis”. “Hemos encontrado en su rostro, en su mirada pilla, en su forma de tratarnos”, ha afirmado el prelado vallisoletano, “algún destello del rostro de Dios”.
Por su parte, desde África, fray Miguel Márquez, superior general de la Orden de los Carmelitos Descalzos, ha enviado una misiva a la que ha puesto voz en su nombre visiblemente emocionado el prior de San Benito, el padre Antonio Benéitez, y que se reproduce íntegramente a continuación:
“Querido padre Paco Oreja y Provincia Ibérica. Querido padre Antonio Benéitez y comunidad de San Benito de Valladolid. Queridos vallisoletanos, queridos hermanos.
La noticia del fallecimiento de nuestro querido padre Teófanes (don Teo) me llega también a mi como un golpe doloroso e inesperado, como a todos vosotros. Desde Malawi (África), tierra llena de vida y de energía, elevo mi oración y mi súplica al Dios de la historia por el alma de Teófanes, amigo, hermano, maestro.
Como padre general de la Orden, doy gracias a Dios por el tesoro de su vida entregada al Carmelo Teresiano, a los hermanos en la vida cotidiana, en el compartir fraterno, en la vida de oración y de piedad, en la investigación extraordinaria e incansable, el enorme legado y la preciosa aportación a la historia en tantos aspectos y épocas, especialmente, en todo lo concerniente al Carmelo, a la herencia teresiana. Orgulloso de ti, querido Teófanes, ahora que nos miras desde el lado de la verdad y desde una historia sin interpretaciones ni filtros, deseo para ti descanso y paz después de infinitas horas de trabajo y dedicación generosa.
Contágianos tu espíritu de entrega alegre, de fraternidad servicial, de investigación honesta y verdadera… Vela por la Orden, por la Provincia Ibérica, por la comunidad de San Benito, por tu familia, por Valladolid, que tanto te debe y tanto te quiere, por tantos motivos.
Gracias por regalarnos el tesoro de tu persona y un legado irrepetible y magnífico de sabiduría y entrega. Descansa, querido Teófanes, y sigue iluminándonos desde el lado de la historia verdadera, para hacer que esta que ahora peleamos y caminamos sea más auténtica y fraterna. Hasta siempre, querido hermano, padre y maestro. Descansa merecidamente del duro bregar en los brazos de Dios, bajo el manto de María y arropado por San José, que habrá sido el primero en recibirte con gran gozo y fiesta. Hasta siempre, querido Teófanes”.
Aplausos para Teófanes Egido
Un numeroso grupo de presbíteros ha acompañado a la Provincia Ibérica de los Carmelitas Descalzos, encabezados por su provincial, Francisco Sánchez Oreja, presente también en una misa funeral a la que han acudido numerosos representantes públicos. Entre ellos, Jesús Julio Carnero, alcalde de la ciudad de Valladolid, de la que fue cronista oficial Teófanes Egido entre 2001 y 2018. Junto a él, otros miembros de la Corporación Municipal, como la teniente de alcalde, Irene Carvajal, y el concejal de Tráfico y Movilidad, Alberto Gutiérrez.
Pero también se han dejado ver otros muchos rostros conocidos de la política, como Francisco Javier León de la Riva, exalcalde de Valladolid, y la diputada Mercedes Cantalapiedra, y del mundo académico, como los historiadores Javier Burrieza, Jesús Urrea y María Antonia Fernández.
El féretro con los restos mortales del padre Teófanes Egido ha sido despedido de la Iglesia Conventual de San Benito el Real entre aplausos tras entonar la Salve y antes de ser inhumado en el Cementerio de El Carmen de Valladolid.