Tres nuevos seminaristas se incorporan al Seminario Mayor de Valladolid en el inicio del curso 2024-2025
23 septiembre, 2024El Seminario Mayor de la Archidiócesis de Valladolid ha iniciado el curso 2024-2025 con tres nuevos seminaristas con edades comprendidas entre los 25 y los 30 años. Dos de ellos, de Valladolid; y uno, de origen venezolano.
Se mantiene, así, en nueve el número total de seminaristas mayores en el Seminario Diocesano porque uno de sus ya egresados, José Luis de la Cuesta de los Mozos —actualmente, párroco de Nuestra Señora del Carmen—, fue ordenado sacerdote el pasado mes de junio y otros dos “descubrieron tras un proceso de discernimiento que su vocación y su lugar eran otros”, según explica el rector del Seminario, Fernando Bogónez.
Esta labor de ayuda al discernimiento es “importante”, remarca Bogónez, en sintonía con el deseo del Arzobispo de Valladolid, don Luis Argüello, de ayudar a “cultivar la sed de vocaciones” no solo sacerdotales en un momento en el que la Iglesia española invita a preguntarse “¿Para quién soy?”.
Labor de acompañamiento
Los tres nuevos seminaristas mayores, con los que se ha hecho “un camino previo” antes de su ingreso en el Seminario Diocesano, han iniciado su formación “con muchas ganas e ilusión” y con el “deseo” de acceder al ministerio ordenado. Ellos aportan “esperanza” y “alegría” a un nuevo curso académico que, asegura el rector, supone un renovado “período de gracia” para la Iglesia vallisoletana.
El Arzobispo de Valladolid ha nombrado, además, al presbítero Javier Sánchez Matías director espiritual para el Seminario Diocesano, que ha celebrado este lunes 23 de septiembre la inauguración oficial del curso con una Eucaristía presidida por el prelado vallisoletano.
El curso académico y el curso de la vida
Durante su homilía monseñor Luis Argüello ha deseado un “feliz curso” a los alumnos de Educación Secundaria Obligatoria (ESO) y Bachillero del Colegio Seminario Menor, así como a los seminaristas mayores, confiando en que este sea a su vez para todos ellos “una ayuda en el gran curso que es la vida, que nadie sabemos cómo será” salvo por algunas “certezas” que ha señalado el Arzobispo de Valladolid: “Venimos de Dios, hacia él vamos y a su imagen y semejanza somos comunión que se ofrece a los demás”.