26.octubre.2018__ La iglesia penitencial de Nuestra Señora de Las Angustias acogerá los días 26, 27 y 28 de noviembre la sexta edición de la feria Dulces conventos, en la que el público podrá adquirir dulces y pastas elaborados en ocho monasterios de la provincia de Valladolid, siguiendo las recetas tradicionales que las religiosas custodian desde tiempos inmemoriales.
Los monasterios de Santa Isabel de Hungría y Santa Clara, ambos de clarisas de Valladolid capital; los de Santa Clara de Tordesillas y de Medina del Campo, de la misma regla; las Carmelitas del Sagrado Corazón de Jesús de Viana de Cega; Santa María Magdalena de Medina del Campo; el Sagrado Corazón de Jesús de Cigales y San Joaquín y Santa Ana de la capital (que se incorpora en esta edición), promocionarán así sus tradicionales obradores para darlos a conocer a la ciudadanía. Se echará en falta a las Trinitarias de Fuensaldaña, participantes asiduas, que se han despedido del municipio por la disminución de las vocaciones.
El horario de apertura será los tres días de 11 a 14 horas y de 18 a 21 horas. Los productos se mostrarán y venderán en el Salón de Pasos de la Cofradía, en la puerta lateral del templo, y el obispo auxiliar, don Luis Argüello, ha confirmado su asistencia a la inauguración de la misma.
La venta de los dulces, además de promocionar entre los consumidores los obradores que regentan las religiosas, posee una gran importancia para el mantenimiento de los cenobios, ya que la mayoría de ellos basan su economía doméstica casi exclusivamente en la repostería como fuente de ingresos. Por esta razón, todo lo que se recaude en la feria irá a parar íntegramente a los conventos participantes.
Todos los productos en venta se caracterizan por la calidad de sus materias primas y por una elaboración artesanal y sin conservantes ni colorantes. Destacan, por ejemplo, las que elaboran las Isabeles para el desayuno, como son las magdalenas y los sobaos, así como sus tradicionales mostachones y yemas; los ‘Feos’ (bollos de almendra) o las pastas de nata de las Clarisas de Valladolid; las mermeladas de las hermanas de Viana; las cocadas, corazones y nevaditos de las Claras de Tordesillas; los ‘peces de pan’, las empiñonadas y las pastas de té de las Clarisas de Medina… También, por la proximidad a la Navidad, habrá turrones y productos típicos navideños, como las almendras garrapiñadas de las hermanas de Cigales y el tradicional ‘pan de los angelitos’ (recortes de formas) de las Agustinas medinenses. Y dentro de las novedades que incorporan las monjas cistercienses de San Joaquín y Santa Ana, destacan las magdalenas de chocolate o el ‘pastel de San Benito’.
La feria se ha consolidado como un referente en este tipo de encuentros a nivel nacional, no solo por el número de conventos que participan, sino por la cantidad de visitantes y compradores (en ediciones anteriores se superó la cifra de siete mil personas que accedieron al salón de cabildos de la hermandad para interesarse por los productos), y por su convocatoria: Se trata de una exposición sin ninguna ayuda institucional, en la que los gastos y la logística corren a cargo de Las Angustias. Hasta los mostradores serán atendidos por voluntarios de la cofradía, ya que la vida en clausura de las monjas restringe su presencia en este tipo de acontecimientos.