25.enero.2019__ El viernes 25 de enero agentes de caridad y pastoral social de la diócesis celebraron en la Parroquia de María Milagrosa de la capital un retiro con el objetivo de cultivar la espiritualidad que anima su trabajo. La suya no es una espiritualidad más, como señala la Conferencia Episcopal en su instrucción pastoral Iglesia, servidora de los pobres: “Posee unas características particulares que nacen del Evangelio y de la realidad en que se vive y actúa, y que hemos de cultivar” (ISP 38). Por ello, las bases del retiro fueron el encuentro con la Palabra de Dios y la celebración de la Eucaristía, en un día tan oportuno como la festividad de la Conversión de San Pablo.
Animado por Cáritas Diocesana, después de una oración para crear clima entre los participantes, una meditación del delegado episcopa, Luis Miguel Rojo, sobre el evangelio conocido como del joven rico (Mc 10, 17 – 31) se pasó a un tiempo de oración personal en torno a este texto que se compartió en pequeños grupos. Todo este trabajo después se proyectó en la celebración de la Eucaristía convirtiéndose así en auténtica experiencia de fuente del ejercicio de la caridad.
Esta acción forma parte de las que desarrollan conjuntamente las entidades diocesanas para el servicio de un desarrollo humano integral (Manos Unidas, Pastoral de la Salud, Cáritas, Justicia y Paz, Pastoral Obrera, CONFER, Migraciones, Medios de Comunicación) en un trabajo de comunión.