En medio de la situación de incertidumbre y de zozobra de este tiempo, la Iglesia de Valladolid ha sido y está siendo refugio para los que no tienen casa, alimento para quien pasa hambre y esperanza para quien se siente solo. Y, por ello, queremos agradecer de corazón la generosidad de los vallisoletanos, demostrada de mil maneras en estos últimos meses.
La Iglesia es Cáritas con las personas sin techo, las que han perdido el empleo o las que han tenido que abandonar su país en guerra; es Pastoral de la Salud con los mayores o los enfermos, son los capellanes en los hospitales, en los cementerios, en las residencias… pero también es la garante de la conservación del inmenso patrimonio inmueble de esta Diócesis de Valladolid, que es seña de identidad de nuestros pueblos. Y es, sobre todo, el consuelo y la esperanza de la fe en momentos de tribulación. Es mucho más de lo que se ve a primera vista y, por ello, seguimos apelando al compromiso de los vallisoletanos en esta Campaña de la Renta, que comenzó el 6 de abril, porque juntos, sumando esfuerzos y voluntades, lograremos un mundo mejor. POR ELLOS, POR TI, POR TANTOS
Esta campaña, presentada en rueda de prensa por el obispo auxiliar de la Diócesis, don Luis Argüello, y el ecónomo diocesano, José María Conde, también sirve para subrayar que detrás de cada ‘X’ de la Iglesia hay una historia. Hay personas con nombres, apellidos y rostros concretos que en la Iglesia católica han encontrado una mano tendida cuando sus vidas estaban rotas o a punto de estallar. Solo en lo que se refiere a la actividad caritativa y asistencial, la Iglesia de Valladolid atendió en 2020 (últimos presupuestos consolidadso) a 18.000 personas. “La sociedad reconoce que las actividades de la Iglesia contribuyen al bien común, pero su aportación se hace en función de lo que los ciudadanos deciden hacer con el 0,7% de su cuota y año a año”, explicó el obispo auxiliar.
La provincia de Valladolid contabilizó en el IRPF del 2020 (campaña del año 2021) 121.961 declaraciones que marcaron la “X” de Iglesia católica, 910 más que en la declaración correspondiente al ejercicio anterior. El 42,94% de los vallisoletanos que el año pasado realizaron la declaración de la renta contribuyeron con la financiación de la Iglesia Diocesana marcando la equis en la correspondiente casilla; un porcentaje muy superior al de la media nacional (31,57%). El porcentaje, según afirmaron el tanto Don Luis Argüello como el ecónomo diocesano, aumenta de año en año, porque aunque no se participe de la Misa dominical o no se sea creyente, la mayor parte de la sociedad (una declaración puede representar a una sola persona o a una familia de seis miembros) confía en la labor de la Iglesia.
En cantidades concretas, en el IRPF de la campaña 2021, Valladolid generó 4.144.566 euros destinados a la Iglesia católica, una cantidad algo inferior a la del IRPF anterior, con 4.356.738 euros, “sobre todo por la incorporación de nuevos declarantes debido a la situación de ERTE y por la crisis económica. Si se cotiza menos, el 0,7% es menor”, en palabras del ecónomo, quien recordó que la “X” se aplica sobre la cuota íntegra del declarante, que varía según los casos, y que un mayor número de declaraciones no siempre significa mayor cantidad recaudada y al revés.
Don Luis Argüello señaló además que desde la Iglesia de Valladolid siempre se anima a los contribuyentes en general y a los fieles en particular a marcar las dos casillas de la declaración del IRPF, porque se contribuye el doble con los fines sociales, caritativos, patrimoniales, educativos, asistenciales y pastorales de la Iglesia, sin que al contribuyente le suponga pagar más dinero.
Casilla de la Iglesia católica: La Conferencia Episcopal Española recibe el dinero que resulta del 0,7% de los impuestos de aquellos que la marcan libremente y lo reparte solidariamente entre las diócesis 69 diócesis españolas y el arzobispado castrense.
Casilla de Fines Sociales: Cáritas de Valladolid recibe dinero del 0,7% de los impuestos de aquellos que la marcan libremente en función de los proyectos asistenciales que presenta cada año. Y la cantidad recibida debe justificarla, en tiempo y forma
Marcar la ‘X’ de la Iglesia es, por lo tanto, una decisión libre que no perjudica a nadie y no tiene coste alguno, porque ni te cobran más ni te devuelven menos. Es un ejercicio de democracia fiscal, y de la pocas cosas que podemos decidir sobre nuestros impuestos. Es decir, si la dejamos en blanco, es el Estado el que decide por nosotros sobre esa pequeña cantidad. José María Conde destacó en este sentido, el doble reto de la Iglesia: Conseguir que todos los contrubuyentes revisen sus borradores o alerten a sus gestores de que, si así lo desean, marquen ambas casillas año tras año y, sobre todo, que los primeros declarantes, fundamentalmente jóvenes, hagan también ese ejercicio de democracia fiscal en su declaración.
En un ejercicio de transparencia, la Iglesia de Valladolid, presenta en noviembre, coincidiendo con la celebración del Día de la Iglesia Diocesana, sus presupuestos del año anterior, cuando ya son consolidados. También entonces da a conocer, a través de su Memoria de Actividades (www.archivalladolid.org) en qué emplea sus recursos, para que católicos y no católicos caigan en la cuenta de que marcar la casilla supone también reconocer el papel que la Iglesia tiene en la sociedad española.
A la espera de consolidar los presupuestos del ejercicio 2021 para poderlos desglosar partida a partida, ya se puede avanzar que, pese a tratarse de un año muy duro, de pandemia, crisis económica y templos semiabiertos, las aportaciones de los vallisoletanos se incrementaron en medio millón de euros (un 14% más que el ejercicio anterior), lo que demuestra la confianza de los fieles en la labor de la Iglesia católica. También se conoce ya que la Iglesia de Valladolid (Arzobispado y parroquias) destinó alrededor de 2.4 millones de euros a la restauración y/o mantenimiento de los templos de la provincia.