Del 13 al 22 de julio, 30 jóvenes de la Diócesis de Valladolid han participado en el Campo de Trabajo Lázaro desarrollado en Málaga bajo el lema “Cristo vive. ¡Venid y lo veréis!”. Un total de 140 jóvenes acompañados por treinta monitores de las diócesis de Málaga, Madrid, Salamanca, San Sebastián y Valladolid, desde los 17 años en adelante, han participado en esta edición del Campo de Trabajo Lázaro. Se trata de una experiencia de comunión, de oración y de servicio: de comunión por la vida compartida de jóvenes de diferentes diócesis; de oración por los momentos diarios de escucha de la Palabra de Dios, adoración del Santísimo y participación en catequesis; y de servicio por el trabajo desarrollado en las mañanas en diferentes centros.
Esta iniciativa ha buscado acercar a los jóvenes a la vida de los más pobres, dejándose interpelar por el Señor para poder plantearse su vocación. Se ha pretendido que los jóvenes miraran con los ojos de Dios para descubrir las necesidades hermanos nuestros y, a la vez, descubrir en todo al Señor y responder a su llamada. Acogemos esta invitación de la mano del papa Francisco, quien en su última Exhortación apostólica postsinodal les ha recordado a los jóvenes que “el compromiso social y el contacto directo con los pobres siguen siendo una ocasión fundamental para descubrir o profundizar la fe y discernir la propia vocación” (ChV 170)».
En el Campo de Trabajo Lázaro, muchas comunidades religiosas, instituciones eclesiales y asociaciones que en Málaga acompañan y ayudan a los más desfavorecidos han abierto sus puertas a los jóvenes para poder vivir esta experiencia de servicio: Colichet, Buen Samaritano, Cotolengo, Hermanitas de los Pobres, Pozos Dulces, Guardería Vicenciana, Asperones, Palmilla, Asís, Ángeles Custodios, Adoratrices, etc… Así, los jóvenes han podido aportar su granito de arena y estar con los que más sufren.
El Campo de Trabajo Lázaro ha tenido lugar en Casa Diocesana de Málaga y a lo largo de una semana de actividades, los jóvenes han podido acompañar situaciones de exclusión, compartir momentos de oración y adoración, veladas de reflexión y actividades lúdicas. Tras la realización del gesto público por los migrantes el viernes en el Muelle Uno, la celebración del Adoremus en la Catedral, con la participación del Obispo D. Jesús Catalá, y la subida a las cubiertas, el sábado los jóvenes y sus monitores cerraron el Campo de Trabajo con una velada compartida con los miembros de los centros que han estado visitando.
Sin duda esta experiencia ha llenado y trasformado el corazón de los jóvenes porque en los pobres está el rostro de Cristo.
Experiencia Campo de Trabajo Lázaro de la joven María Freire (estudiante de Medicina)
Gracias Señor por esta experiencia del Campo de Trabajo Lázaro que me has brindado en estos días que ha sido única y tremendamente enriquecedora, me siento enormemente bendecida por haber formado parte de ella y por haber aprendido tanto. Este campo de trabajo tenía dos partes: el voluntariado y las actividades de la tarde, todas complementarias entre sí.
El voluntariado que he vivido ha sido en el centro de acogida de mujeres con problemas de las Adoratrices. La experiencia me ha enseñado a MIRAR rostros y a descubrir en ellos a un Jesús sufriente cargando con su cruz, a no juzgar, a encontrar lo bueno de las personas, a escuchar, a entregarme, a estar dispuesta a cualquier cosa por ayudar, a descubrir una realidad que me resultaba muy lejana y a acoger a las personas desde Dios.
Las actividades de la tarde eran tremendamente complementarias al voluntariado, me ayudaban a contemplar la vida de Jesús y a llevarlo al voluntariado de por la mañana; la catequesis y la adoración ponían a Cristo en el centro y hacían que todo se viviera desde Él. Los monitores daban un testimonio de comunidad, entrega, compromiso disponibilidad, vida de fe y unión enorme que me alientan a continuar en mi día a día; haciendo todo lo posible por poner a Cristo en el centro y por vivir una vida en comunidad poniendo oración, esperanza, compromiso, corazón, obras y entrega.
¡Gracias Jesús por esta experiencia única donde he podido contemplarte y por todo lo que ella me ha enseñado!
Pastoral Juvenil