“No pienso renunciar a mi cercanía al pueblo de Dios que peregrina en Valladolid”
21 noviembre, 201821.noviembre.2018__ El obispo auxiliar de Valladolid, Luis Argüello, ha sido elegido esta mañana por la plenaria de los obispos españoles nuevo secretario general de la Conferencia Episcopal Española (CEE) para los próximos cinco años (hasta noviembre de 2023), en sustitución de José María Gil Tamayo, obispo electo de Ávila, quien había ocupado el cargo desde 2013
Don Luis era uno de los candidatos propuestos la tarde-noche de ayer martes por la Comisión Permanente de la CEE, junto a los sacerdotes Jorge Fernández Sangrador, vicario episcopal de Oviedo, y Carlos López, vicesecretario para Asuntos Generales de la CEE. Tras la primera votación de sondeo, se ha procedido a la votación definitiva, en la que, en primer escrutinio, ha sido elegido don Luis con 45 votos, Jorge Fernández con 29 y Carlos López-Segovia, con cinco, además de uno en blanco. Se da la circunstancia de que, por vez primera en la historia, el presidente de la institución (el cardenal arzobispo don Ricardo Blázquez), y el secretario, son dos prelados de la misma Diócesis.
En la rueda de prensa posterior a la elección, don Luis Argüello ha reconocido estar “perplejo” primero ante la candidatura -“yo no había escrito una coma ni había levantado un teléfono para ser candidato”- y luego ante la elección, por la que ha dicho sentirse “agradecido y con deseos de trabajar”
Ha anunciado que la institución considera conveniente que compatibilice la Secretaría General con la Portavocía de la entidad, aunque para este segundo cometido se apoyará y delegará en la Oficina de Comunicación de la CEE, “porque no pienso renunciar a mi cercanía al pueblo de Dios que peregrina en Valladolid”.
Entre sus retos, el obispo auxiliar vallisoletano ha destacado dos de las recurrentes encomiendas del papa Francisco: Ser un instrumento de sus hermanos obispos al servicio de la sinodalidad y ser un instrumento al servicio de una Iglesia misionera, una Iglesia en salida al servicio de los pobres. Y es que la secularización de la sociedad actual constituye, a su juicio, “un enorme e inédito desafío misionero para los cristianos”.
En cuanto al cómo desempeñar sus funciones (ser enlace entre los distintos órganos de la Conferencia y entre estos y los obispos e informar a la opinión pública de las actividades y resoluciones de la Asamblea Plenaria y de la Comisión Permanente, entre otras muchas), don Luis Argüello ha señalado que una buena comunicación requiere siempre “un punto cero que es escuchar”, “escuchar a los hermanos obispos, porque vas a ser portavoz de su comunicación fraterna y a hablar en su nombre” y escuchar a los fieles, “porque la Iglesia no somos solo los obispos, es cabeza y es cuerpo”.
Preguntado por las personas y realidades que han conformado su personalidad, don Luis ha destacado, sus años en la Universidad de Valladolid como alumno de Derecho y profesor, su pueblo de Tierra de Campos (Meneses, en Palencia), la fe inculcada su madre, sus años de escolar en los Hermanos de La Salle, el Seminario de Valladolid y la creación del movimiento Justicia y Paz en Valladolid.