“Lo principal de la misión lo hace el Señor Jesús con el Santo Espíritu. Jesús da la gracia de anunciarle y de convertirse a Él. El Salvador salva. Y nosotros, laicos, religiosas, seminaristas y sacerdotes, colaboramos con Él desde la universalidad de la Iglesia. A los misioneros vallisoletanos se sumaron , del 9 al 11 de marzo, católicos de Japón, EEUU, Francia, Polonia, India, Guadalajara, Zaragoza, Palencia, Salamanca, etc. El testimonio de las hermanitas del Cordero y de las jóvenes dominicas vietnamitas fue conmovedor”, explica Pablo López, responsable del Grupo de Nueva Evangelización del Centro Diocesano de Espiritualidad.
Desde el eje de Las 24 Horas para el Señor tuvimos la inmensa alegría de dedicar un fin de semana a anunciar a Cristo en el entorno del Santuario de la Gran Promesa y de la parroquia de San Andrés. Nos sostuvieron la oración, los sacramentos y un poco de ayuno. Siempre tuvimos la Santa Biblia en la mano, y regalamos cientos de evangelios y textos de la Escritura. La formación fue también muy bíblica, atenta a la actual descristianización y centrada en cómo evangelizar. Mucha gente nos escuchó el anuncio de salvación en Cristo. El Padre había abierto el corazón de sus hijos. Algunos, confesándose también.
Por favor, pídele al Señor que te inspire cómo anunciarle con su amor cada día”, concluye el coordinador de la actividad.