En su ya tradicional felicitación navideña a los vallisoletanos, el arzobispo de Valladolid nos recordó que, aunque estos días situamos el pesebre en el centro de nuestra mesa, “Jesús nació en las periferias y estamos llamados a que las periferias que padecen nuestros hermanos ocupen todos los días el centro de nuestra atención En la adoración de Jesús debemos aprender a servir a los demás”.
La Navidad, recordó don Ricardo, es una fiesta que nos trae buenas noticias y mensajes importantes. Decir Navidad es decir que el Hijo de Dios ha tomado condición humana y que nosotros hemos recibido de su condición divina: “El llanto del hombre en Dios y en el hombre la alegría” (kénosis de Dios en san Juan de la Cruz).