Los sacerdotes “se ponen en camino” para afrontar el itinerario sinodal
21 septiembre, 2021Los sacerdotes de la diócesis de Valladolid se reunieron un año más, junto a sus prelados, en el tradicional encuentro de principios de curso, que en esta ocasión se celebró en el Seminario Diocesano los días 20 y 21 de septiembre.
Además de conocer de manos de los diferentes delegados episcopales los principales acentos de la programación pastoral que comienza “Por una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión”, los curas, seminaristas y diáconos escucharon juntos la palabra de Dios como discípulos de su escuela, se dejaron enviar nuevamente por el Señor y profundizaron en la encomienda del itinerario pastoral que les aguarda.
El inminente inicio del itinerario sinodal es protagonista del plan pastoral diocesano (como también lo es la familia y el resto de los acentos del curso anterior) y lo fue asimismo del encuentro sacerdotal, que comenzó con la ponencia del catedrático de Derecho Canónico de la Universidad Pontificia de Salamanca, José San José Prisco, quien disertó sobre la publicación ‘La sinodalidad en la vida y misión de la Iglesia” y señaló, entre otras muchas cuestiones, la oportunidad de hacer asambleas diocesanas más populares. “Aunque si queremos ser eficaces -advirtió-, no debemos pretender cambiar la Iglesia de un golpe”.
Don Ricardo Blázquez, por su parte, recordó a su Presbiterio que en este inicio de curso el Señor llama a la puerta para que salga apostólicamente y se ponga en camino: la expresión “remar mar adentro” para pescar (duc in altrum) con que pidió a Simón Pedro que se adentrara en el mar.
El arzobispo vallisoletano agradeció a los sacerdotes su servicio pastoral a lo largo del año y pidió que “como Diócesis nos pongamos en camino, ‘en salida’”. “Para ello necesitamos despertarnos interiormente; sacudirnos el sopor del descanso. Pidamos al Señor que fragüe nuestra disponibilidad, que nos aliente en las dificultades y nos acompañe en el curso”“, señaló don Ricardo, quien también solicitó a los sacerdotes que animen a los feligreses a que ese camino incluya, poco a poco, la participación presencial en las celebraciones y en el resto de las actividades pastorales.