Don Luis Argüello, obispo auxiliar de Valladolid, convocó a los delegados episcopales de la Archidiócesis a un encuentro-balance sobre lo que ha sido este final de curso tan atípico y doloroso, pero también una oportunidad para “tirar de la manta”, ya que nos ha hecho darnos cuenta de nuestra propia fragilidad o, por ejemplo, de la cantidad de gente que está en la calle. “Lo estaba antes, pero no les veíamos”, apuntó nuestro pastor.
Cáritas, Enseñanza, Juventud, CONFER, Catequesis, Ecumenismo, Pastoral de la Salud, Familia y Vida, Misiones, Pastoral Universitaria, Pastoral Obrera, Apostolado Seglar… Todos los delegados valoraron lo vivido en los cien días de confinamiento y empezaron a mirar de una manera esperanzada, pero también diferente, al próximo curso.