La parroquia, familia de familias, familia en la fe y comunidad de comunidades
25 noviembre, 2018Este año hemos querido poner de relieve esta experiencia que muchos están haciendo: la parroquia, familia de familias; familia en la fe, comunidad de comunidades, con un ambiente familiar donde todos nos sentimos agusto. El Consejo pastoral de la parroquia de la Cistérniga, definía a comienzo de curso prioritario trabajar con las familias, acercarlas más a las actividades de la parroquia, hacer lo posible para que se sientan agusto y puedan dar el relevo en la fe y en la acción pastoral. Muchas están siendo las actividades que estamos realizando durante este período con las familias de 430 niños que participan de la
catequesis de la parroquia: ginkanas, entrega de iconos initerantes, meriendas, cineforum…
Una de esas actividades tuvo lugar el día 25 de noviembre, solemenidad de Cristo Rey, al término de la convivencia de Poscomunión que tuvo lugar en el colegio de los Pavonianos. En Poscomunión, este año hay inscritos 85 niños y niñas que particpan todos los viernes de las activdidades de este nivel, con un elemento más lúdico y de diversión.
El viernes 23, comenzaron la convivencia 52 niños y niñas con sus monitores, y con un montón de actividades y novedades: peli, chuches, carreras locas, un juego de pistas por Valladolid sobre los Santos, un cluedo por la noche… y el domingo pensamos, en sintonía con el lema de este año, convocar a los padres, madres, hermanos, abuelos… para la eucaristía en las Concepcionistas Franciscanas y la comida en el Colegio. La parroquia puso los macarrones que hicieron las delicias de todos, y cada uno aportó el segundo y el postre. Buen ambiente, buen rollo, buena participación (120 padres y madres), mucho jaleo para prepararlo necesario y para recoger la casa, pero sobre todo una experiencia estupenda de estar más cerca de las familias, acompañando su camino. En la eucaristía reflexionamos juntos sobre cuantas maneras tenemos de construir juntos el Reino de Dios, en familia, en la educación de los hijos, en los trabajos, en el vecindario… un Reino que no es de este mundo, pero que tenemos que empezar a construir en este mundo, con las pequeñas cosas, también con la educación de los hijos. Todos quedamos emplazados para otros eventos gastronómicos o de otro tipo, y este grupo de padres quedó sin duda “enganchado” a la vida de la parroquia.