La Iglesia nos anima a ser “valientes” en nuestro compromiso misionero
16 octubre, 2017El obispo auxiliar de Valladolid, Luis Argüello, el delegado de Misiones, Javier Carlos Gómez y el párroco de la zona de Villalón de Campos, Francisco Casas (que ha explicado su vivencia misionera en África, este verano), han presentado en el Arzobispado la campaña del Domund, que en 2017 lleva por lema ‘Sé Valiente. La misión te espera’.
193 misioneros repartidos por todo el mundo y 235.000 euros de recaudación son las cifras que resumen la participación de la Diócesis de Valladolid en esta jornada anual, “que acentúa especialmente la dimensión del anuncio del Evangelio, aunque también se hace realidad social y caritativa”, en palabras de nuestro obispo. Gran parte de esa aportación económica de los vallisoletanos al sostenimiento de las misiones en todo el mundo en 2016, 124.000 euros, se recaudaron en las parroquias, fundamentalmente durante la colecta del Domund, que este año se celebra el domingo, 22 de octubre en todos los templos.
Además, en 2016 se recolectaron 73.766 euros de las congregaciones, 23.297 en colegios y 13.262 de donaciones o herencias de particulares. El responsable de misiones ha explicado, sin embrago, que la jornada del Domund no se traduce solo en colaboración económica, sino que pone de manifiesto el “compromiso cristiano” de los ciudadanos con la misión universal.
La Diócesis de Valladolid tiene contabilizados 193 misioneros nacidos en la provincia, de los cuales el mayor grupo está destinado en Venezuela (20), seguido por los que se encuentran en Perú (16) y en Chile (13), unos destinos prioritarios similares a los de los 13.000 misioneros españoles (sobre todo por la ayuda del idioma), si bien hay laicos, religiosos y sacerdotes anunciando el Evangelio por los cinco continentes. Con el Domund y otras colectas como la Infancia Misionera o San Pedro Apóstol, “la Iglesia hace lo posible para poner todos los medios a su servicio”, ha enfatizado Gómez.
El párroco de Villalón, Francisco Casas, ha relatado su experiencia de varias semanas con la Congregación del Mater Salvatoris en Benín, en el África occidental, donde ha podido vivir la “alegría” de quienes “conocen al Señor” en medio de las penurias y dificultades y ha reconocido que los misioneros se traen “más de lo que llevan”.