Jorge y Mario: Dos nuevos sacerdotes para la diócesis de Valladolid
7 julio, 2023El arzobispo de Valladolid, don Luis Argüello, ordenará este domingo, 9 de julio, a las 18:00 h., a dos nuevos sacerdotes, Mario Martín (27 años) y Jorge Polo (50 años), en las que serán sus primeras consagraciones presbiterales como arzobispo de Valladolid. La ceremonia se celebrará trece meses después de que el actual arzobispo emérito, cardenal don Ricardo Blázquez, ordenara al último presbítero, Marcos Rebollo (5 de junio de 2022), y algo menos de dos de la anterior, Alberto Rodríguez Cillero (12 de septiembre de 2021).
En los últimos diez años han accedido al sacramento del orden en la diócesis de Valladolid catorce presbíteros (dos en 2013, tres en 2015, cuatro en 2016, dos en 2018, uno en 2019, uno en 2021 y uno en 2022). Este dato solo comprende a los curas diocesanos (no a los de vida consagrada, castrenses, miembros del Opus Dei, etc).
Según la estadística facilitada por la Secretaría del Arzobispado, la Diócesis cuenta en la actualidad con 233 curas en activo y diez diáconos permanentes (el último en ordenarse fue Félix Pérez, en 2022) que atienden 302 parroquias (50 en el municipio de Valladolid y 252 en el resto de la provincia), tres templos penitenciales, capellanías, etc. De los presbíteros en activo (aunque muchos han superado ya la edad de jubilación), 135 son curas diocesanos, 68 son religiosos que tienen la encomienda arzobispal del desempeño de diversas labores pastorales o parroquiales (carmelitas, dominicos, jesuitas, etc) y 30 son presbíteros extradiocesanos (pertenecientes a otras diócesis españolas o extranjeras, pertenecientes al Opus Dei, operarios diocesanos y castrenses).
En este momento hay 22 sacerdotes incardinados en la diócesis de Valladolid que residen fuera (trece en el resto de España y nueve en el extranjero), mientras que 61 curas de otras jurisdicciones (36 del resto de España, 22 del Opus Dei, uno de Venezuela, uno de Polonia y un castrense) viven en Valladolid, si bien solo la mitad tiene tarea pastoral diocesana asignada. Por otro lado, en la actualidad, en el Seminario Mayor de Valladolid cursan estudios nueve seminaristas, mientras que una veintena de seminaristas ‘menores’ reciben clases de ESO y Bachillerato, una cifra que se mantiene estable.
Los futuros presbíteros iniciarán un nuevo camino –presidir el culto, guiar a la comunidad cristiana y anunciar la palabra de Dios– en el destino que les encomiende don Luis Argüello. Oficiarán la Eucaristía, administrarán cinco sacramentos (todos menos la confirmación y la ordenación sacerdotal, reservados al episcopado) y desempeñarán con sus fieles las labores pastorales que le sean reclamadas.
La liturgia de ordenación
La ceremonia dará comienzo a las seis de la tarde y se prolongará alrededor de noventa minutos. Presidirá la misma y ordenará al presbítero nuestro arzobispo. Estarán presentes, además de familiares, amigos, compañeros del Seminario y fieles en general, gran parte del Presbiterio de la Diócesis. La liturgia de ordenación se incluirá en la celebración de la Eucaristía dominical y cantará el Coro Diocesano. Entre la lectura del Evangelio y la homilía se procederá a la presentación de los diáconos por parte del rector del Seminario (Fernando Bogónez) y, ya tras la plática de don Luis Argüello, comenzará el rito de ordenación propiamente dicho con:
-El escrutinio (se examina a los candidatos sobre sus disposiciones respecto al ministerio que van a recibir, y la promesa de obediencia al propio obispo y sucesores)
-Letanías de los santos (momento de la postración del diácono como signo de la humildad y pequeñez del hombre ante Dios). Mediante este gesto, el elegido pide la fuerza y la protección de Dios Padre para ejercer el Ministerio que hoy la Iglesia le confiere.
-La oración consecratoria específica en la que se le pide a Dios “la efusión del Espíritu Santo y de sus dones apropiados a cada ministerio, para el cual el candidato es ordenado”
-La imposición de las manos del prelado sobre las cabezas de los ordenados y la posterior imposición de las manos de los presbíteros.
-La vestición (varios hermanos sustituyen la estola diaconal por la estola en modo presbiteral y revisten a los postulantes con la casulla).
-La unción con el Santo Crisma de las manos de los ordenados, como signo de la unción especial del Espíritu Santo.
-La entrega de instrumentos (el cáliz con el vino y la patena con el pan).
Tras el abrazo de acogida de los hermanos, los neopresbíteros concelebrarán junto al prelado el final de la Eucaristía. Será su primera Misa como sacerdotes. Sus ‘cantamisa’ (Misas Solemne) tendrán lugar el 15 de julio, a las 19:30 h. en la parroquia de la Sagrada Familia (Mario Martín), y el 16 de julio, a las 19:30 h, en la Basílica Nacional de la Gran Promesa (Jorge Polo).