La Iglesia de San Felipe Neri acogió ayer, Solemnidad de la Epifanía del Señor, la bendición del nuevo órgano del templo, a cargo del prelado vallisoletano, don Luis Argüello. Una jornada muy especial para la Congregación de San Felipe Neri, que cada 6 de enero, venera una imagen del Niño Jesús del siglo XVIII que se conserva en el templo.
Un órgano adquirido en Países Bajos, gracias a la donación de la familia Lora Bajo y la propia Congregación de San Felipe Neri, que data de 1988 y fue creado por el maestro organero Hans Reil. Este instrumento, perteneciente al estado holandés y situado en la Capilla de un hospital, ha podido llegar hasta nuestra diócesis gracias a la gestión directa con la tercera generación de esta familia de organeros.
“Es un instrumento muy interesante”, construido, “según los modelos de órgano alemán del siglo XVII”, tal y como ha explicado el secretario de la Congregación de San Felipe Neri, Juan Pablo Hervada. De hecho, este templo, “es del siglo XVII” y encontrar un instrumento ya construido, “que tenga un aspecto acorde al espacio” en el que va a estar integrado, “ha sido algo milagroso, que engrandece el patrimonio de la diócesis, con un instrumento único”.
El órgano es el instrumento propio del culto cristiano occidental, su sonido está asociado a lo sagrado. De hecho, el órgano se ha desarrollado a lo largo del tiempo por su función en el culto religioso cristiano, primero en la Iglesia Católica de rito latino y después también en las diferentes confesiones protestantes surgidas de los cismas del siglo XVI.