Ayer, 15 de abril, falleció a los 89 años el sacerdote Miguel Ángel Baz. En un principio, Miguel Ángel, desempeñó su labor pastoral en la zona rural, donde fue ecónomo de Velilla y encargado de Matilla de los Caños. Posteriormente, ya en la capital, desempeñó su tarea como coadjutor de la Antigua, además de ejercer como oficial de secretaría del Arzobispado, miembro de la Junta de Obras diocesanas, consiliario diocesano de menores de Acción Católica, ecónomo de San Ramón Nonato y coadjutor de Nuestra Señora de Belén, parroquia de la que también fue titular. Durante cuatro años, de 1969 a 1973, Baz trabajó como misionero en Burundi, África.
El funeral por su eterno descanso se ha celebrado esta mañana en la parroquia de Nuestra Señora de Belén.
Descanse en el abrazo del Señor.