27y28-11-2017__ “Entre la tecnología y la fe”, tema al que dedica la Semana Social el Instituto Fe y Desarrollo, ha contado en su segundo día con la presencia de Iñigo Ybarra, Responsable de Redes Sociales del Grupo de Comunicación Loyola, que ha disertado sobre “La Gran Revolución de la Comunicación social” en la Sala Borja de Valladolid.
Guillermo Cánovas, director de EducaLIKE, profesor, escritor y experto en temática adolescente, abordó en su charla con la que se inuguró la Semana, ¿Hasta dónde nos está cambiando la tecnología? cuatro aspectos sobre los que claramente impacta la tecnología: el mundo de las emociones, los procesos cognitivos, el modo de comunicación y el concepto de privacidad. Hoy siguen las jornadas con la intervención de Iñigo Ibarra, responsable de las redes sociales del Grupo de Comunicación Loyola, con su charla La gran revolución de la comunicación social para analizar esos cambios revolucionarios, rápidos y profundos, detectados en la manera en la que nos comunicamos.
La interesante conferencia de Guillermo Cánovas, autor del libro Cariño he conectado a los niños, abordó las transformaciones en las emociones y sentimientos vividos a través de Internet. El ponente defendió la autenticidad de esos sentimientos equiparándolos a los que surgen a través de otros medios como el teléfono, una carta, siempre que ambas personas se conozcan personalmente…En cambio, no son tan auténticos cuando ambos interlocutores no mantienen ningún vínculo fuera de Internet. En este caso, los sentimientos responden a los fantasmas creados. También habló de los emoticonos como elementos necesarios para expresar la intencionalidad de lo que se dice: “La comunicación en internet es verbal. Todo el peso recae en las palabras y nuestra comunicación no es exclusivamente verbal, no todo es la palabra”. Y en este sentido hay ciertas frases que confunden porque se desconoce su intencionalidad con la que se dice, lo que genera grandes problemas especialmente en grupos de wassap.
Los cambios en el cerebro y los procesos cognitivos derivados de la tecnología los abordó Guillermo Cánovas con realismo y esperanza. Recordó aquellas que han influido a lo largo de la historia como la rueda, el fuego o la máquina de escribir, como prueba de que “nuestro cerebro es capaz de adaptarse a la tecnología e ir cambiándose a sí mismo para adaptarse”. Actualmente hay dos aspectos que preocupan pero que no son irreversibles, de ahí la esperanza: “Nuestros hijos no mutarán”, dijo contra el pronóstico catastrofista de muchos mayores. El primer cambio preocupante es la lectura cuyas consecuencias se muestran en la falta de comprensión lectora. Según razonó, la tendencia es leer de la misma manera un libro que cuando se rastrea en la búsqueda de datos. “No se asimila ni se reflexiona su contenido” . El segundo es la multitarea, el hecho de hacer varias cosas a la vez que obliga a dedicar más tiempo a cada una.
También el concepto de privacidad es distinto en la actualidad entre los más jóvenes debido al impacto de las nuevas tecnologías. Para Guillmermo Cánovas es preocupante porque no lo tienen desarrollado y serán las redes sociales las que marquen los límites. Para el ponente, es necesario educar en ello para evitar una sobre exposición que permita la invasión de su intimidad hasta espacios inconcebibles.