El Arzobispado de Valladolid recupera la imagen del Corazón de Jesús que empleó Ramón Núñez como modelo para la escultura de la torre de la Catedral
6 septiembre, 2024La Archidiócesis de Valladolid ha inaugurado este viernes, 6 de septiembre, en el Palacio Arzobispal el nuevo curso pastoral, que el Arzobispo, don Luis Argüello, ha querido articular en torno a tres palabras: vocación, comunión y misión.
Durante el acto, al que han acudido representantes de la Curia diocesana y pueblo fiel, así como miembros de la Real Academia de Bellas Artes de la Purísima Concepción, de la Escuela de Arte y de la Junta de Castilla y León, se ha procedido a la bendición de la imagen del Sagrado Corazón de Jesús que empleó Ramón Núñez como modelo para la escultura que se entronizó en la torre de la Santa Iglesia Metropolitana Catedral de Valladolid en el año 1923, durante el episcopado de monseñor Remigio Gandásegui.
Este vaciado en escayola, que fue a su vez extraído por medio de un sistema de moldes realizado a partir de un primer modelo en barro del que no se conserva más que una fotografía, ha sido recuperado de un almacén y, posteriormente, restaurado para ser colocado en su nueva ubicación: el patio del Palacio Arzobispal. Más concretamente, bajo sus arcadas, a resguardo de las inclemencias meteorológicas.
Con la recuperación de esta obra el Arzobispado ha querido afianzar la idea de Valladolid como ciudad del Corazón de Jesús, donde el beato Bernardo Francisco de Hoyos recibió la Gran Promesa —”Reinaré en España y con más veneración que en otras partes”—, y dejar constancia del Año Jubilar que bajo el lema ‘Venga tu Reino’ ha celebrado con intensidad la Archidiócesis entre 2023 y 2024. Un lema que puede leerse en la nueva peana sobre la que se ha colocado la imagen, donada por los hermanos Villa, herederos de la empresa constructora que adquirió el inmueble donde se encontraba la obra antes de proceder a su restauración.
Un Corazón de Jesús para Palacio Arzobispal
Hasta fechas recientes este Sagrado Corazón de Jesús había permanecido expuesto en el patio interior del citado inmueble, donde Ramón Núñez (1868-1937) instaló su casa-taller en Valladolid. En ese período de tiempo la obra sufrió distintos daños fruto de las inclemencias meteorológicas y los sucesivos repintes. Finalmente, tras romperse la cabeza de la imagen, los propietarios optaron por resguardarla en un almacén hasta que fuera posible acometer su restauración.
Recuperados el cuerpo y los fragmentos de la cabeza —prácticamente, al completo— los restauradores Juan Carlos Álvarez, Paloma Romanillos y David Alonso, alentados por la Vicaría General de la Archidiócesis, procedieron a devolver la imagen a su estado original. “Sin ocultar”, ha precisado Álvarez, “las consecuencias del paso del tiempo y de las diversas degradaciones sobre el material escultórico original”.
La intervención de los restauradores sobre la imagen se ha prolongado durante cuatro meses, siendo la eliminación de los sucesivos repintes a los que había sido sometida la escayola original el proceso más extenso. Este trabajo, que ha sido llevado a cabo únicamente con medios mecánicos —a punta de bisturí y con ultrasonidos—, ha permitido a su vez descubrir restos de barro del primer modelo de unos dos metros de altura que realizó Núñez antes de proceder al vaciado en escayola a partir del cual trabajó en la escultura definitiva, de ocho metros, mediante un sistema de traslado de puntos.
Durante todo este proceso los restauradores comprobaron que los fragmentos que se habían conservado de la cabeza permitían reconstruirla “casi en su totalidad”, por lo que la restitución de las porciones perdidas por otras nuevas del mismo material se ha limitado a “devolver a la imagen la lectura correcta”, según ha explicado Álvarez. Para ello los restauradores se han apoyado en la fotografía que se conserva del modelo de barro.
Para finalizar la restauración se aplicó a la escultura un consolidante, lo que ha permitido recuperar la pátina de color en aquellas zonas donde se había perdido y homogeneizar la estética de la imagen.
Avance de la Programación Pastoral
El resultado de la recuperación y restauración de este Sagrado Corazón de Jesús supone una gran satisfacción para la Archidiócesis de Valladolid, que del 6 al 8 de junio de 2025 acogerá el congreso internacional Cor Iesu, Spes Mundi (del latín, Corazón de Jesús, Esperanza del Mundo).
En próximas fechas, la Archidiócesis vallisoletana presentará su Programación Pastoral para un curso marcado por el Año Santo convocado por el Papa Francisco para 2025. Está previsto que se realicen, entre muchas otras, una peregrinación diocesana para ganar el jubileo en Roma.
Antes, este mismo mes de septiembre, coincidiendo con el aniversario de ordenación sacerdotal de monseñor Argüello, la Archidiócesis de Valladolid celebrará el 30 aniversario del Centro de Espiritualidad, inaugurado bajo el episcopado de don José Delicado Baeza, cuyo legado estará muy presente en los actos y cultos previstos para la conmemoración de esta efeméride.