El arquitecto y pintor Santiago Bellido dona dos obras al Seminario Diocesano de Valladolid
22 junio, 2017El arquitecto y pintor vallisoletano Santiago Bellido ha donado dos obras pictóricas al Seminario Diocesano de Valladolid, un espacio abierto al diálogo, la fe y la cultura. Las dos obras donadas estuvieron expuestas en las últimas muestras de Semana Santa organizadas por la Junta de Cofradías.
Santiago Bellido apuesta por dos pinturas de temática tradicional, el Viacrucis y el Cristo de linóleo, plasmadas a través de técnicas vanguardistas y cargadas de pequeños matices que invitan al visitante a acercarse y contemplarlas.
Cualquier obra religiosa en un espacio de vocación provoca sensaciones y yo espero colaborar en lo que pueda con mi arte sacro
La intencionalidad de las obras. Según las palabras del arquitecto y pintor el Viacrucis es un conjunto de láminas realizadas a grafito. Con distintos tipos de lápices y técnicas, Santiago Bellido, muestra el viacrucis de Jesús en un negro sobre blanco, utilizando una amplia escala de grises dónde destaca la representación de la cruz en negro. Un modelo de dibujo que mezcla la representación real de las estaciones del viacrucis a través de la visión realista de la figura de Jesús, que se toma como modelo para la realización de la escala de cada lámina, y al mismo tiempo las diferentes estaciones cuentan con pequeñas manifestaciones más fantasiosas como los animales malignos situados al lado de los soldados, o la representación de las mujeres como mujeres picassianas. Pequeños detalles, dice, que invitan a acercarse y observar cada lámina por separado además del conjunto.
La segunda obra que ha donado Santiago Bellido al Seminario Diocesano de Valladolid es el Cristo de linóleo trabajado de una forma un tanto original, dado que en vez de ser la obra el papel impreso resultante de realizar el grabado en la madera, el autor ha explicado que “la obra original es la talla sobre linóleo del cual se pueden sacar varias impresiones en papel”. Una idea que según ha precisado se inspira en la Verónica, que sobre el cuerpo de Cristo realiza la impresión de un grabado. Este es el motivo por el que la imagen resultante muestra una figura invertida de Cristo como se puede ver por la colocación de sus heridas. El pintor ha querido completarla con diferentes escenas y elementos importantes en la vida de Jesús, como el diablo, las aguas del Jordán o el Cordero Sagrado, entre otros. “En apariencia es como un puzle de varias planchas de linóleo que después se unen en la obra para formar la imagen completa” ha explicado el autor.