‘Corazones ardientes, pies en camino’ es el lema de la campaña del DOMUND (Domingo Mundial de las Misiones) de este año, que se celebrará el 22 de octubre en todos los templos, y que hoy ha sido presentada en rueda de prensa por el delegado de Misiones, Javier Carlos Gómez, y la misionera del Verbum Dei Maga Tamayo, acompañados en la imagen de portada por la voluntaria de la Delegación vallisoletana, Feli Bergaz. La historia de la Iglesia está tejida por corazones ardientes que, como los discípulos de Emaús, se encuentran con Jesús vivo y resucitado y se ponen inmediatamente en camino para anunciarlo a quienes aún no lo conocen porque, como dice el papa Francisco, “no es posible encontrar verdaderamente a Jesús resucitado sin sentirse impulsados por el deseo de comunicarlo a todos”.
Actualmente, la diócesis de Valladolid cuenta con 154 misioneros (nueve menos que en octubre del pasado año) repartidos en diferentes países del mundo, entre los que destacan Venezuela (16), Perú (13), Italia (11), Brasil (9), México (9), Chile (7) y Argentina (7). Se reparten a partes iguales entre hombres y mujeres; la mayoría pertenece a congregaciones religiosas, y su edad media ronda los 70 años. “Cada vez hay menos misioneros, también menos religiosos y religiosas, pero las ayudas se mantienen”, ha explicado Javier Carlos Gómez, quien no ha dudado en dar las gracias a la sociedad vallisoletana.
El delegado de Misiones ha aprovechado la comparecencia para dar cuenta del total de los ingresos recaudados por las campañas de Obras Misionales Pontificias, OMP, (DOMUND, Infancia Misionera y Vocaciones Nativas) el pasado año en Valladolid, que fueron 655.000 euros, una cantidad muy superior la del ejercicio anterior (412.000 euros), gracias a las herencias recibidas y repartidas entre las tres convocatorias. “Llevamos una temporada en la que hay bastantes personas que a la hora de hacer su testamento dejan un porcentaje de su patrimonio, o incluso todo él, para ayudar a los misioneros; lo que hace que desde hace unos cuantos años el aporte de las herencias se haya convertido en una parte sustancial“, ha apostillado Javier Carlos.
“El misionero -ha añadido- contribuye a la ayuda integral. Lleva el mensaje de Cristo, pero también la ayuda humanitaria, educativa, cultural y sanitaria a los lugares empobrecidos” (…) “Llegan allí y, aunque son unos desconocidos, la gente entiende que están con ellos porque les quieren”. Y es que, sin amor apasionado, no hay misión.
El delegado de Misiones ha señalado, además la importancia de la presencia de los laicos en la misión evangelizadora de la Iglesia (tanto en los territorios, como desde los países de origen), “porque la misión no va unida a la consagración, sino al bautismo”.
Encuentro personal previo con Jesús
Maga Tamayo ha sido durante 16 años misionera en Centroamérica (Honduras y Guatemala) y, los últimos once, evangelizadora en Argentina. Ahora ha recalado en Valladolid, donde desarrollará una labor misionera diferente, pero misión al fin y al cabo. “Creo que la misión nace de una experiencia o un encuentro personal con un Jesús que hace que te apasione hacer de tu vida Evangelio para muchos, y eso es lo que a mí me revolucionó y me cambió la vida en un encuentro con el Papa en 1991“, ha explicado.
“La misión tiene muchas veces que ver con el empobrecimiento económico, pero también con el empobrecimiento del alma y del corazón de la gente“, ha señalado, para añadir después que “no nace de un mandato o de un cumplimiento, sino de un encuentro personal con un Jesú,s porque te apasiona su vida y el poder seguirle de cerca”.
En este sentido, la misionera ha asegurado que en los territorios de misión, sean éstos empobrecidos o no, lo que la gente percibe de los misioneros es: “Tú tienes algo que yo no tengo y quiero”. Y es que el evangelizador no anuncia doctrina, sino que “hace presencia de Dios, del amor bueno; porque el corazón está muy bien hecho y todos anhelamos ese amor del bueno”.
Finalmente, ha aprovechado la ocasión para hacer un llamamiento a toda la sociedad de cara a la colaboración en el próximo domingo, día del Domund 2023: “Invitaría a que la gente a pensar en todas las personas que dejamos nuestras familias y comodidad, y nos entregamos en los distintos lugares, necesitamos también ese sostén. ¿Cómo nos vamos a poner en disposición de los demás si tenemos que pararnos a pensar cómo vivir? (…) La gente que comparte desde aquí ya está colaborando con la construcción del Reino“, ha concluido.