Domingo de Ramos

Domingo de Ramos

28 marzo, 2018

25-3-2018__ La mañana desapacible y fría del Domingo de Ramos no impidió a más de 1.600 cofrades alumbrar al paso de ‘La entrada triunfal de Jesús en Jerusalén’ (Francisco Giralte, siglo XVI) y a miles de personas disfrutar de la primera gran procesión de la Semana Santa de la capital. Las secciones infantiles de las veinte cofradías y hermandades penitenciales protagonizaron un año más uno de los desfiles más populares y entrañables, vinculado a los niños, a los ramos de olivo y a las palmas, que los pequeños agitaron constantemente, como símbolo de elogio y alabanza al Señor.

 

Antes de que la comitiva multicolor partiera de la cofradía penitencial de la Vera Cruz, nuestro arzobispo, don Ricardo Blázquez presidió la Eucaristía y bendijo las palmas en la Catedral, desde donde después se sumó al cortejo, junto a varios sacerdotes y miembros del cabildo, que  durante dos horas tiñó de alegría, color y fervor las calles del centro de la capital hasta retornar al punto de partida.

 

Una vez en el balcón de la Vera Cruz, don Ricardo volvió a emocionarse por la “singular visión” del “entrañable” fervor de la religiosidad popular infantil, pero sobre todo familiar, en la calle Platerías. En su breve saludo a los cofrades, vallisoletanos y visitantes, nuestro arzobispo se refirió al Evangelio para recordar que Jesús llegó a Jerusalén como un rey, pero “humilde y pacificador” y para solicitar a los vallisoletanos que hicieran suyo ese mensaje: “que nos haga pacíficos y pacificadores, lejos de un corazón orgulloso y resentido”.