Despedida al sacerdote paúl, Luis Miguel Rojo, delegado episcopal de Cáritas Diocesana de Valladolid
16 julio, 2021Qué difíciles son siempre las despedidas, por mucho que uno intente evitarlo siempre llega ese momento amargo en el que hay que decir adiós. También para la diócesis vallisoletana, que a partir del próximo curso, no podrá contar con el buen hacer del sacerdote paúl, delegado episcopal de Cáritas Diocesana de Valladolid y párroco del Dulce Nombre de María y La Milagrosa, Luis Miguel Rojo.
Tras su ordenación sacerdotal, hace doce años, ha sido el superior de la comunidad, una etapa que finaliza pero que ha vivido muy intensamente y en la que se ha sentido muy querido. Su próximo destino es Roma donde se seguirá formando. No dudamos que continuará esta nueva encomienda con la misma entrega y disposición que le han caracterizado siempre en la tarea que ha desarrollado a lo largo de estos años.
Nuestra diócesis le echará en falta, especialmente sus compañeros de Cáritas Diocesana de Valladolid, que ayer le despedían con un acto sencillo y emotivo en el que participó una pequeña representación de los distintos departamentos de la entidad, así como algunos miembros de la parroquia.
Un encuentro, en el que al calor de la Palabra de Dios que fue proclamada, nuestro obispo auxiliar, don Luis Argüello, en nombre propio y en el de nuestro cardenal, le agradecía el trabajo desarrollado estos años como delegado episcopal de Cáritas Diocesana de Valladolid.
“Luismi” ha calado hondo en todos nosotros. Le deseamos todo lo mejor en esta nueva etapa de su ministerio.