D. Luis Argüello pronunció el Pregón de Navidad de la Asociación Belenista Castellana

13.diciembre.2018__

“El misterio de la Navidad nos habla de un regalo. Del don sorprendente de que el Eterno entre en el tiempo, de que la Palabra se haga carne, de que Dios se haga hombre con rostro y corazón”, afirmó don Luis Argüello en el pregón de Navidad de la Asociación Belenista Castellana, pronunciado por él en la iglesia de San Martín de Valladolid.

Para muchos, recordó nuestro obispo auxiliar, la Navidad es dolor de amor por los que no están o no quieren venir. “Y desde ahí, el misterio quiere iluminar las afueras, para que en lugar del dolor por la ausencia, pensemos que el que nace quiere vivir con nosotros un admirable intercambio y está dispuesto a tomar nuestra muerte para que nosotros tengamos vida. Los que no están, están en el porvenir, en la esperanza, en la eternidad”.

“En Navidad -añadió el pregonero ante un templo abarrotado- lo que celebramos es un nacimiento, un alumbramiento, la venida al mundo de un chaval. Lo hemos de proclamar con fuerza porque es un acimiento en medio del invierno demográfico. Un niño, en medio de la confusión antropológica en que vivimos. El Verbo de Dios se hace hombre, nacido de una muje (…) Celebramos la alegría de saber que Dios ha venido a vernos, y que se produce ese fenómeno cuando miramos a un niño recién nacido. El niño llora y nosotros, al mirarlo, sonreímos ante la realidad de una vida nueva. Jesús ha tomado nuestro llanto y nos ofrece la alegría. Ha tomado nuestra muerte y nos ofrece la vida”.