9.abril.2019__ Si José Ignacio Foces pregonó la Semana Santa de la capital, don Luis Argüello hizo lo propio con la de Medina del Campo, el 9 de abril, desde la iglesia de Santiago El Real.
Nuestro obispo recordó a los medinenses que las procesiones de Semana Santa no relatan la aventura de un héroe, ni son la expresión de un conflicto entre el poder y un rebelde, sino que rememoran un acontecimiento “redentor”, ya que la entrega de Cristo, “perdonando, rompe la cadena del pecado; su entrega desmedida hasta el final quiebra la argolla de la muerte”. Y ese acto redentor, recordó don Luis Argüello, establece una nueva propuesta ética: “los pecadores no pierden su dignidad, la misericordia permite poner encima de la mesa verdad, justicia y perdón; el amor experimentado se transforma en deber de amar; la tolerancia es hacerse cargo del peso del otro. El acontecimiento, al conmemorarlo se hace presente y nos convoca a renovar nuestras vidas, también se representa en iconografía e imaginería y funda una estética que atrae y conmueve”.