D. Luis Argüello clausuró el Curso Nacional de Organistas Litúrgicos

D. Luis Argüello clausuró el Curso Nacional de Organistas Litúrgicos

26 julio, 2018

Con la visita del Obispo Auxiliar de Valladolid, Don Luis Argüello, se clausuraba el pasado 14 de julio el Curso Nacional de Organistas Litúrgicos, que durante la semana previa se ha celebrado en el Real Colegio Seminario de los Padres Agustinos Filipinos de Valladolid. Este curso, con una dilatada trayectoria, ha llegado en este 2018 a su undécima edición. Organizado y dirigido por las asociaciones Organaria, de Castilla y León y ACOCA (Asociación para la conservación de los órganos de Cantabria), el curso cuenta también con el apoyo del Secretariado Episcopal de Liturgia de la Conferencia Episcopal Española, y el reconocimiento académico de la Universidad Pontificia de Comillas (Madrid).

 

El curso está estructurado en un ciclo de tres convocatorias, celebradas en años consecutivos, que plantean tratar, respectivamente, el ministerio del organista en la Eucaristía, los diferentes tiempos litúrgicos y otras celebraciones como sacramentos, sacramentales y la liturgia de las horas.

 

Entre los objetivos del curso se encuentra el de dar formación litúrgica y musical a todos aquellos interesados en hacerse cargo del oficio de organista litúrgico con la dignidad requerida. Para ello, los organizadores cuentan con profesores venidos de toda España, que se encargan de la impartición de diferentes materias. Entre las de obligado curso se encuentran Liturgia, Cantoral, Acompañamiento e Interpretación. Además, esta formación básica se complementa con otros talleres optativos, que durante el presente curso han versado sobre asuntos tan diversos como ornamentación, registración de órganos históricos o técnicas de acompañamiento.

 

Son muchos y reconocidos los profesionales que han pasado durante estos once años por las aulas del curso: compositores, concertistas, profesores de armonía, liturgistas, investigadores… A los habituales del curso, cada año se suman otros docentes invitados, procedentes de conservatorios de toda España. En esta ocasión, el organista y profesor del Conservatorio de Granada Juan Pedrero ha impartido clases de interpretación y ornamentación histórica, y el profesor de Armonía del Conservatorio de Segovia se ha hecho cargo de las clases de Armonía y Acompañamiento.

 

La ciudad de Valladolid es un enclave ideal para este curso. A la situación geográfica estratégica y las buenas comunicaciones por tren, avión o carretera se suman las magníficas instalaciones que nos ofrece la comunidad de Padres Agustinos Filipinos y la diversidad de órganos situados en las iglesias de la ciudad, como los del convento de Madres Benedictinas de las Huelgas Reales o la parroquia de San Ildefonso, por citar solo algunas.

 

Además, el curso se enriquece con otras actividades de carácter lúdico y cultural. El domingo 8 de julio el organista Arturo Barba Sevillano ofrecía una conferencia de apertura del curso que versó sobre temperamentos históricos, para, seguidamente, interpretar un concierto en el restaurado órgano del siglo XIX de la Iglesia del convento de los PP Agustinos. Un marco inaugural incomparable al que se sumaba la visita a Peñafiel el jueves 12 de julio, en cuya iglesia de La Asunción los alumnos acompañaron la misa local con algunos de los cantos del curso, y donde a continuación ofrecieron un pequeño concierto. Para finalizar estas actividades, el antes citado Juan Pedrero cerraba esta programación musical con un concierto en el órgano Amezua de la catedral de Valladolid el viernes 13 de julio.

 

El Curso Nacional de Organistas Litúrgicos de Valladolid puede presumir de ser un curso de ámbito internacional, ya que, si bien el grueso de alumnos proceden de toda la geografía española, en pasadas ediciones ha recibido alumnos de otros países europeos y latinoamericanos. Su perfil académico y profesional es muy variado: en unos casos, son estudiantes de órgano de conservatorio que desean acercarse al mundo de la liturgia para poder ejercer en un futuro como organistas en parroquias. En otros casos, se trata de personas que ya se encargan de esta tarea, pero que desean ampliar su formación, tanto en el plano litúrgico como en el musical.