Don Luis J. Argüello, obispo auxiliar de Valladolid, presidió la Misa de apertura de la Misión Popular que se desarrolla en Matapozuelos hasta el 14 de mayo.
La Eucaristía tuvo lugar en la ermita de la Virgen de Siete Iglesias e incluyó el rito del envío de los 10 misioneros llegados desde la comunidad de los Oblatos de María Inmacualda (OMI) de Pozuelo de Alarcón (Madrid).
José Irudarayaj OMI, es párroco de Matapozuelos desde septiembre de 2016 y ha impulsado esta Misión Popular con tres objetivos: Profundizar en la acogida generosa de la fe por parte de los vecinos de la comarca, para conocer más a Jesús que llama a cada uno a ser discípulos misioneros; Construir una relación de cercanía y amistad con todos los miembros de la comunidad eclesial de Matapozuelos, compartiendo alegrías, sufrimientos, preguntas, dudas, sueños y necesidades para el futuro; Formar con el tiempo un grupo de jóvenes que puedan alegrar y dar esperanza a todo el pueblo.
Durante la primera semana de la Misión Popular se han programado diversos encuentros de comunidades cristianas en la ermita del Cristo, en la Casa de Cultura, en las escuelas viejas y en la parroquia. El domingo, 7 de mayo, después de la Misa y de la bendición de las familias, tendrá lugar una gymkana de juegos en el parque de la Villa.
La segunda semana de la Misión Popular se han programado seis celebraciones: La Palabra, El Padre, El prójimo, La Comunidad, El descendimiento de Cristo y La Virgen Misionera.
La Misión Popular concluirá el 14 de mayo con la Eucaristía de despedida de los misioneros.
Razón de ser de la Misión Popular
La Iglesia siempre ha sido misionera, y tiene que seguir siéndolo. La realidad social y religiosa de las familias del siglo XXI exige un esfuerzo grande e imaginativo a la hora de llevar adelante una “Nueva Evangelización”, especialmente, entre las generaciones más jóvenes.
La Misión Popular es un tiempo fuerte de evangelización extraordinaria durante el cual la comunidad parroquial, ayudada por los misioneros, se auto-evangeliza entusiasmando y fortaleciendo la experiencia cristiana de dicha comunidad, promoviendo en ella el nacimiento de grupos de catequesis de jóvenes y adultos, ayudando a establecer caminos de acercamiento a los alejados y potenciando la actividad pastoral de la parroquia.
