La parroquia de la Asunción de Nuestra Señora de Viana de Cega, al igual que hicieron otras de la provincia de Valladolid, se adelantó a la festividad de San Joaquín y Santa Ana –que se conmemora el 26 de julio- y celebró el Día de los Abuelos. Con ello se quiso reconocer y agradecer la gran labor que estas personas hacen en el seno de sus familias, labor que se ha intensificado en los últimos años aún más si cabe como consecuencia de la crisis económica.
A las doce de la mañana daba comienzo, en una iglesia abarrotada, la misa oficiada por el párroco, Sebastián Aldavero. Antes de entrar de lleno en la liturgia, Aldavero explicó a los presentes el porqué de la celebración y citó cuáles serían las partes específicas que a lo largo de la ceremonia tendrían a los abuelos como protagonistas. La primera de ellas llegó tras la homilía posterior a la lectura del Evangelio del día –el de la parábola del trigo y la cizaña- cuando los abuelos presentes, acompañados de sus nietos, formaron en fila para recibir, uno a uno, la bendición del sacerdote en el frontispicio del Altar Mayor. La segunda, ya casi concluida la Eucaristía, consistió en el rezo común de una oración pidiendo a Jesucristo la protección de esta figura familiar.
Durante varios momentos de la ceremonia el sacerdote vianero insistió en la importancia de la figura de los abuelos y pidió a los nietos que los quieran y los respeten “puesto que por mucho que os riñan o censuren vuestros comportamientos, lo hacen siempre desde el amor, desde la sabiduría que da la experiencia y por vuestro bien”.
La celebración del Día de los Abuelos es una nueva iniciativa que se suma a otras como la presentación de los recién nacidos en las fiestas de Candelas o la celebración del Día del Padre que el párroco ha instaurado desde que tomara posesión de la plaza de Viana en agosto de 2016 y que, al igual que las otras, ha tenido una gran acogida en el municipio.
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