Cáritas de Valladolid: ‘Somos lo que damos. Somos AMOR’

Cáritas de Valladolid: ‘Somos lo que damos. Somos AMOR’

13 junio, 2022

El domingo 19 de junio, Cáritas celebra el Día de la Caridad con motivo de la Festividad del Corpus Christi. En las proximidades de esa fecha se presenta públicamente su actividad del último año. Hoy lunes, esa rueda de presa de presentación ha tenido lugar en medio de un tiempo marcado por una profunda crisis que nos hace aferrarnos al presente, a lo inmediato, porque la incertidumbre se ha instalado en nuestra forma de vivir y poco nos deja ver del futuro, aunque sigamos haciendo planes y llenando las agendas.

Durante la presentación en rueda de prensa de la Memoria de Cáritas Diocesana de Valladolid 2021, de la que se deducenn porcentajes como que cuatro de cada diez atendidos por la entidad están acudiendo a la entidad  por primera vez (porque hace unos meses ni se imaginaban que tendrían que hacerlo) , nuestro obispo auxiliar, don Luis Argüello, ha afirmado que ahora se están viendo “las consecuencias” de este modelo en el que las reglas sociales “desvinculan” y “reducen la comprensión de la persona a individuo empoderado”. A su juicio, “los vínculos no sin enemigos de la sociedad”. “El nuevo progresismo cultural -ha señalado- antes llamado izquierda hace el juego a ese capitalismo que fomenta con determinada forma de consumo un sujeto individualista”.

El director de Cáritas, Guenther Boelhoff, ha destacado, entre otras cuestiones, que la tendencia con salarios congelados e inflación disparada está dibujando un panorama donde “a las familias les está costando muchísimo llegar a fin de mes”. “Se ven obligadas a discernir adónde pueden llegar y de qué tienen que prescindir, y eso empuja hacia nosotros a muchas personas y familias que llegan por primera vez a Cáritas”, ha apostillado. La situación económica, con una inflación que crece muy por encima de lo que suben los salarios (la mayoría congelados), está cambiando el perfil de las personas que piden ayuda a Cáritas. Ya comenzó a ser así con la pandemia y ahora la situación se está agudizando. Es más, «el nuevo pobre es el trabajador de clase media», ha reconocido Boelhoff.

El delegado episcopal, José Colinas, ha constatado que la labor “sociocaritativa” de la iglesia que  “sigue siendo necesaria en nuestra sociedad” y ha desgranado las propuestas que Cáritas ofrece para conmemorar la Semana de la Caridad que comienza hoy mismo y se prolonga hasta el domingo.

DOCUMENTOS RELACIONADOS

1-Descargar programa de la Semana de Caridad AQUÍ.

2. Memoria de Cáritas Diocesana de Valladolid 2021  [pdf-2.020,29 Kb]

 

UNA CRISIS SUMA DE VARIAS CRISIS
Tal y como menciona el Informe Foessa, la gravedad de las consecuencias de la pandemia sobre la estructura social, las condiciones de vida de las familias y la inclusión social, han marcado un antes y un después para nuestra generación, sin poder aún calcular los efectos que va a producir en los más jóvenes.
Las situaciones de las personas con las que ha tomado contacto Cáritas durante 2021 están marcadas por la fragilidad y la precariedad, la falta de redes de apoyo familiares y/o sociales, y la suma de problemas entrelazados: la falta de recursos económicos (sueldos insuficientes, insuficientes prestaciones públicas, desempleo…), viene acompañada de otras dificultades como problemas de salud, conflictos familiares, acceso al empleo o imposibilidad de mantenerlo… Un factor importante de exclusión está siendo la brecha salarial. Constatamos que el acceso a empleo no garantiza la superación de situaciones de privación material ni marca la diferencia con respecto a encontrarse en situación de exclusión.
El empeoramiento de las oportunidades laborales y sociales para quienes ya estaban en situación de exclusión junto con la reducción del contacto social generalizado y el debilitamiento de las relaciones sociales, generan un mayor aislamiento frente al individualismo creciente que hace emerger una sociedad más desvinculada e inhóspita.
Las perspectivas de futuro no apuntan a una mejoría de la situación. La crisis de precios de la energía y de otras materias primas, que afecta también a los alimentos, y la guerra en Ucrania, son un factor más que agrava la situación. Esta última, además, ha provocado que tres millones de personas hayan tenido que huir del país causando en Europa la mayor crisis humanitaria después de la
Segunda Guerra Mundial. Pero no podemos olvidar la realidad de miles de personas que siguen huyendo de otros conflictos, de la persecución y la pobreza, de los efectos de las catástrofes climáticas cerca y lejos de nuestra tierra. Son una cantidad ingente de personas en todo el mundo las que viven desplazadas de sus hogares en una peregrinación continua en busca de paz, de oportunidad, de futuro.
Echando la vista atrás
El pasado año, Cáritas Diocesana de Valladolid acompañó a 9.251 personas, actuaciones de las que se vieron beneficiadas 14.873.
En 2021 se ha acompañado a 1.426 personas (el 73% mujeres) personas que se han visto expulsadas del mercado laboral. A través de las diferentes acciones de información, orientación, formación e intermediación laboral han tenido una oportunidad de acceso al empleo. Cabe destacar que, de ellas 455 han participado en itinerarios individualizados de búsqueda de empleo de, al menos, seis meses de duración, con un intenso acompañamiento personal más allá de los aspectos laborales. Más de 460 mil euros se han destinado a este fin.
El capítulo al que se han destinado más esfuerzos económicos ha sido al programa de Atención Primaria, con implantación tanto en Valladolid ciudad como en diferentes localidades rurales. Desde este programa se ha facilitado información básica a las familias sobre recursos sociales, derechos y también prestado apoyos económicos directos para aliviar las situaciones de privación material. Se trabaja en colaboración con la red de servicios sociales públicos, dependiente de los ayuntamientos y de Diputación, facilitando el acceso a los mismos a las personas y familias atendidas por Cáritas, y siguiendo los criterios de subsidiariedad y complementariedad.
Destacan dos aspectos relacionados con la atención básica prestada a las personas y familias en el año 2021:
 Por un lado, el incremento en los recursos económicos para ayudas directas a las familias en un 18,5% respecto al año 2020 y en más del doble del año 2019.
 Por otro lado, las atenciones relacionadas con el acceso a prestaciones y servicios públicos han sido mayores. Ha sido muy importante el asesoramiento para el acceso al Ingreso Mínimo Vital (IMV) y el apoyo para superar las dificultades digitales para acceder a las administraciones.
El 51% del importe de las ayudas económicas prestadas a las familias han estado dedicadas a la vivienda, el 64,5% de la ayuda a vivienda fue para apoyar alquileres con el fin de evitar la pérdida de vivienda, y el 24% a los suministros energéticos. El resto de ayudas económicas se ha distribuido entre sufragar gastos relacionados con alimentación y enseres básicos, el 24%, y el 10% vinculados con el ámbito de la salud (tratamientos farmacológicos, gastos de óptica y salud mental principalmente)
El 38,8% de las familias atendidas tuvieron el primer contacto con la entidad en ese año por primera vez. Del total de familias, cerca del 40% tienen menores y mayoritariamente (60%) son españolas (el 15% comunitarias y el 25% extracomunitarias)
 En el año 2020 fueron 34,5% y en el año 2019, 35,8%.
El acompañamiento psicológico y emocional ha sido una tarea importante durante el 2021. Con las 300 personas atendidas se han realizado más de 3.000 intervenciones. El equipo psicológico ha apoyado al resto de programas, tanto en la orientación sobre situaciones de los participantes como en la capacitación de los agentes para abordar los conflictos emocionales.

Una intervención integral con recorrido
La orientación de la intervención ha sido realizar una atención lo más integral posible, activando los propios recursos de las familias y de sus entornos más cercanos.
La prioridad es ayudar/acompañar a largo plazo, superando las ayudas puntuales y procurando que las personas y familias atendidas puedan acceder en Cáritas a diferentes apoyos de una manera más integral. En una misma familia intervienen diferentes programas: Atención Primaria; Infancia, adolescencia y juventud; Empleo…

Gracias por hacerlo posible
En Cáritas somos testigos de que el amor mueve los corazones de muchas personas que quieren ayudar, colaborar, participar en un proyecto de sociedad nueva que se construye menos desde el individualismo y más desde un nosotros compartido que piensa en el para todas las personas.
Siendo importante el capítulo económico, lo que más valora la entidad sociocaritativa de la diócesis es la implicación de los agentes de Cáritas (521 personas voluntarias y 57 personas trabajadoras) y la generosidad de los 798 socios y los 1.781 donantes, personas físicas y entidades privadas, que durante el año 2021 han colaborado económicamente.
Gracias a esa generosidad, y al apoyo de administraciones públicas y empresas, durante el año pasado, Cáritas Diocesana de Valladolid invirtió 3.207.215,48 € en los diferentes programas sociales: Atención Primaria y Animación Comunitaria; Empleo y Economía Solidaria; Infancia, Adolescencia y Juventud; Mujer; Personas Mayores; Adicciones y Prisión; Personas sin hogar; Cooperación Internacional y Voluntariado.
La financiación total fue de 3.376.793,45 € siendo el 68,5% de procedencia privada y pública el 31,5% restante.

Cáritas invita a celebrar el amor dado y recibido en el Día de Caridad
Es imprescindible que hagamos del amor un faro que se convierta en referente para alumbrar la vida de muchas personas que a nuestro alrededor viven derrotadas, tristes y sin esperanza.
Desde Cáritas queremos poner en valor el amor por los demás como propuesta de vida: una invitación a la comunidad cristiana y al resto de la sociedad a construir nuestros proyectos personales y colectivos de vida desde un amor concreto y social, un amor de mesa compartida, comprometido con todo lo que nos importa.
Para ello, el lunes 13 de junio se inicia la Semana de la Caridad, con el objetivo de despertar y mantener ese amor. Con actos de diverso carácter (exposición,
concierto, oración, encuentro, charla cultural…) se busca hacer visible la acción caritativa y social de la Iglesia de Valladolid, amor que se parte y se reparte.
Como dice el Papa Francisco, “Servir significa cuidar a los frágiles de nuestras familias, de nuestra sociedad, de nuestro pueblo. En esta tarea cada uno es capaz de dejar de lado sus búsquedas, afanes, deseos de omnipotencia ante la mirada concreta de los más frágiles. (…) El servicio siempre mira el rostro del hermano, toca su carne, siente su projimidad y hasta en algunos casos la “padece” y busca la promoción del hermano.” Fratelli tutti, 115.