Don Ricardo visita a los jóvenes migrantes en la primera casa de acogida
5 octubre, 2017El cardenal arzobispo de Valladolid, don Ricardo Blázquez, visitó el martes, 3 de octubre, la primera casa de acogida para jóvenes migrantes no acompañados de Valladolid, abierta por la Fundación La Merced Migraciones.
Durante el encuentro, don Ricardo quiso conocer de primera mano la vida de estos nueve jóvenes originarios de África Subsahariana y el Magreb y el trabajo que desde la Fundación se realiza para ayudarles en su nueva vida en Europa. Los jóvenes le mostraron cómo es su vida diaria en la casa y compartieron con él sus sentimientos. “Esta casa es una nueva oportunidad humana, salieron de sus países por una necesidad vital han llegado hasta aquí penosamente y han sido acogidos en La Merced con las puerta abiertas”, afirmó nuestro arzobispo.
Este recurso abrió sus puertas el pasado marzo, es el primero que La Merced Migraciones abre en Valladolid y sigue el modelo de éxito que la Fundación lleva implementando en Madrid desde hace treinta años. “Creamos un hogar donde estos jóvenes se sienten seguros y desde donde empiecen una vida en España. La experiencia nos dice que si les ofrecemos las herramientas necesarias y les acompañamos en sus primeros pasos aquí, son personas con grandes capacidades que salen adelante de manera autónoma”, afirmó el director de la Fundación, Luis Callejas.
La Merced Migraciones proviene de la Orden de La Merced, fue la primera entidad en España en acoger a niños y jóvenes refugiados que llegaban solos huyendo de la guerra y es una referencia a en este ámbito de actuación. Durante estos años, por sus casas han pasado jóvenes originarios de Oriente Medio, África Subsahariana o América Latina que han convivido de manera normalizada con frailes mercedarios sin ningún conflicto. “En la actualidad y desde hace muchos años tenemos un alto porcentaje de jóvenes musulmanes residentes en los pisos. Nunca hemos tenido problemas derivados de la religión y celebramos fiestas musulmanas y cristianas sin ningún problema. Tenemos más conflictos por el fútbol que por la religión”, apostilló Callejas.