La Archidiócesis de Valladolid se prepara para celebrar la Solemnidad de la Inmaculada Concepción
5 diciembre, 2024“María fue santa desde el inicio”, libre del pecado original “sin mancha”, de ahí su nombre de la Inmaculada Concepción. España celebra a la Inmaculada como patrona y protectora desde 1644, años después del milagro de Empel durante las guerras en Flandes, y en 1854, a través de la carta apostólica ‘Ineffabilis Deus’, el Papa Pío IX declaró el dogma de la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María, “como una verdad revelada por Dios y que debe ser creída”.
¿Por qué el 8 de diciembre? Muy sencillo. Porque es “el momento de la concepción”, teniendo en cuenta que celebramos su nacimiento el 8 de septiembre, día de la Natividad de la Virgen. Justo, nueve meses después del día dedicado a la Solemnidad de la Inmaculada. Un bello hilo conductor en el Año Litúrgico, con respecto a la Virgen María, que continúa el 1 de enero con la fiesta de Santa María Madre de Dios, para culminar con la Asunción el 15 de agosto.
Contra todo pronóstico, y aunque muchos puedan pensar lo contrario, “es una fiesta relacionada con la gracia, no con el pecado”, como así manifiesta el sacerdote Sebastián Aldavero. La Inmaculada Concepción es “modelo y meta” para todos nosotros, “una obra de ingeniería divina” en la que debemos vernos reflejados como en “un espejo”, explica.
Debemos vivir la Solemnidad de la Inmaculada Concepción con alegría y unidos a María, quien fue la madre de Jesucristo y es nuestra madre también. Santa María, en el misterio de su Inmaculada Concepción, nos llama a vencer el pecado, el mal y la muerte. Sin olvidar que, como Madre Purísima, “tiene el corazón volcado hacia nosotros”.
La Inmaculada en la liturgia
Este año, la Solemnidad de la Inmaculada Concepción coincide con el segundo domingo de Adviento y surge la duda de cuál de las dos tiene prioridad en el calendario litúrgico. Ante la importancia de esta fiesta de la Purísima en España, la Conferencia Episcopal Española solicitó la dispensa de esta norma al Dicasterio para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos y ha sido concedida. Por lo tanto, en nuestro país se celebrará litúrgicamente la Solemnidad.
Privilegio “propio” de España
La Iglesia de España tiene un “privilegio propio” en la celebración de esta Solemnidad, mucho antes de que la Iglesia declarara el dogma de fe, debido a la defensa que tanto la Corona como el pueblo español siempre mantuvo de la fe en la Concepción; y este es, “el color azul celeste”. El tono litúrgico que caracteriza a esta jornada y que se hace presente en las vestimentas de los sacerdotes durante las celebraciones.
“El azul es uno de los colores más misteriosos y más bellos que se pueden identificar con la pureza y con la celestialidad de la Virgen María”, que se encuentra en el cielo plenamente.
Cultos en la diócesis vallisoletana
En este 2024, el arzobispo de Valladolid, don Luis Argüello, presidirá la tradicional vigilia el sábado, 7 de diciembre, en la parroquia de San Lorenzo a las 21:00 horas, con el himno ‘Akáthistos’ -himno del Oficio de la Liturgia Griega en honor de la Madre de Dios- y el ‘Te Deum’ -antiguo himno de la Iglesia- utilizado en determinados momentos de celebración de hechos importantes, para dar gracias a Dios. Una Vigilia precedida por un rosario por la vida, la familia y la paz, que partirá una hora antes de la parroquia del Santísimo Salvador.
Los cultos continuarán en la jornada del 8 de diciembre, Solemnidad de la Inmaculada Concepción. Monseñor Argüello también será el encargado de presidir la solemne Misa en la que se impartirá la bendición apostólica, a las 12:00 horas, en la Basílica Santuario Nacional de la Gran Promesa.
Asimismo, en el marco de esta celebración, José María Sánchez y Felipe Olmedo, candidatos al diaconado permanente, darán un paso más con la celebración del Rito de Admisión a órdenes. Una ceremonia que oficiará el arzobispo vallisoletano, a las 18:00 horas, en la iglesia de San Agustín de Valladolid.
Donde también se vive con especial devoción esta Solemnidad, es en el Seminario Diocesano. La Inmaculada Concepción es su patrona, y el 9 de diciembre, le rendirán homenaje. Nuestro pastor acompañará a la comunidad del centro diocesano en esta jornada durante la celebración de la eucaristía que comenzará a las 19:00 horas.
