Mons. Argüello: La Virgen de San Lorenzo nos pide “renovar nuestro encuentro con Cristo” y “pasar el jubileo a la ciudad”
8 septiembre, 2023Homilía en la fiesta de Nuestra Señora de San Lorenzo
8 de septiembre de 2023
Hermanos y amigos, querido Cardenal Blázquez, nuestro arzobispo emérito, Real y venerable Hermandad de Nuestra Señora de San Lorenzo; queridos presbíteros concelebrantes, Sr. cura párroco de San Lorenzo, Sr. deán de la Catedral, pueblo santo de Dios. Saludo con reconocimiento y afecto al Señor Alcalde y los miembros de la corporación municipal en su primera participación en esta cita anual después de la constitución de los nuevos ayuntamientos; así como a las diversas autoridades y servidores públicos que participáis en esta Eucaristía. Saludo con agradecimiento a la Policía Municipal, “caballeros” de la Virgen de San Lorenzo, por vuestro servicio a la ciudad que se ha visto probado en las últimas semanas en acontecimientos dolorosos y festivos.
A todos, ¡felices fiestas! Os invito a decir con el himno:
Cantemos, Cantemos a la Virgen de San Lorenzo Patrona de Valladolid. Con alegría y amor para así estar más cerca del cielo. Cantémosle a ella que ahuyenta todos nuestros males y nos alcanza todos los bienes. Intercede, Virgen de San Lorenzo, Tú que ayudaste a nuestros antepasados y fuiste su apoyo y guía. Apresúrate Santa Madre de Dios y danos fortaleza en nuestros días.
Las fiestas, en nuestras sociedades, son la expresión del afán permanente de abrir brechas en los muros que parecen encajonar la vida humana:
- El muro del tiempo y su inexorable paso que deja huellas de golpes y culpas en la memoria, y debilita la esperanza con la experiencia de fragilidades y fracasos que susurran el final del tiempo mismo.
- El muro del espacio vital, personal, familiar y ciudadano, en el que se producen choques y conflictos; también proyectos diferentes en los que conjugar tiempo y espacio. Conflictos que tantas veces se quieren resolver dejándolos al albur de la competencia posicional, el poder o el abandono en la privacidad.
Los muros del espacio y del tiempo son físicos y por eso más fácilmente reconocibles. Otros dos muros completan el cuadro y son más imperceptibles.
- El muro de la falta de vínculos, que en principio parece invisible. Más aún, pareciera que los vínculos son el muro y que la independencia y la autonomía permiten una libertad con menos límites. Es el muro de la libertad sin amor o de la autonomía sin verdad. Este muro va tomando forma de progresivo aislamiento, de soledades y desigualdades crecientes y de violencia inexplicable.
- El muro de la vida sin sentido moral o significado trascendente, que ayude a comprender los diversos pasos y encuentros. Pareciera también que, sin fundamento y horizonte, la vida es una permanente novedad. Pero sin fidelidad a un sentido compartido es difícil mantenerse en las pruebas, organizar la convivencia o domesticar las tendencias salvajes o melancólicas de nuestro corazón que brotan en tantos momentos.
Las fiestas expresan el deseo profundo de una forma nueva de vivir el tiempo y de conjugar ocio y negocio. Las fiestas son un homenaje a la amistad social y de cómo la danza y el juego, como el pan y vino compartidos, pueden renovar nuestras relaciones. Las fiestas, año a año, nos permiten encontrarnos en calles y plazas y entrever un vínculo, que lejos de disminuirnos, nos ensancha. Las Fiestas de Valladolid en honor de la Virgen de San Lorenzo, esposa y madre, nos abren una rendija en el alma al Misterio innombrable que nos da nombre: somos hijos y hermanos. Estamos llamados a participar en un proyecto de misericordia y destinados a la gloria, fiesta que culmina en un cántico de plenitud y comunión que no podemos siquiera imaginar, pero que sabemos bien que el corazón desea.
En este año 2023 traemos a la Virgen de San Lorenzo el regalo del año jubilar del Corazón de Jesús. Este elogio de la encarnación y la misericordia, de un amor divino que nos ama en un corazón humano, no sería posible si María no fuera la madre del Hijo de Dios. Ella ha dado carne y sangre en la historia a la Palabra eterna de Dios. La Virgen de San Lorenzo nos muestra a Jesús. Ella, coronada como reina y señora de todo lo creado, nos muestra al rey y nos pide, queridos hermanos de la Iglesia en Valladolid, pasar el jubileo a la ciudad. Dar nosotros carne y sangre a las palabras, a los conceptos de la vida cristiana, que sin la carne y la sangre de los miembros del Cuerpo de Cristo, quedarían en conceptos vacíos, cada vez más incomprensibles. La vocación de la Iglesia es “ser María” y como María, Virgen de San Lorenzo, mostrar y ofrecer a Jesús, nuestro Cristo y Señor, al pueblo vallisoletano del que formamos parte.
Devotos de la Virgen de San Lorenzo y pueblo santo de Dios, el año jubilar ha de ayudarnos a renovar nuestro encuentro personal con Jesús para decir dentro y fuera de nosotros:
- ¡Dios te ama! ¡Cristo vive! Ha dado su vida y sigue dándola por ti. No necesitas mendigar amoríos y reconocimientos a tu vanagloria. Dios te ama primero, Cristo te ama siempre, no te pide nada a cambio. “El amor del Señor es más grande que todas nuestras contradicciones, que todas nuestras fragilidades y que todas nuestras pequeñeces”, dice el papa Francisco. La acción de gracias por el amor inmenso de su Corazón trasforma tu vida.
- Su amor es misericordia, llega a nuestras heridas y miserias. La misericordia nos reconcilia con nosotros mismos y nos hace capaces de perdonar y reconciliarnos. En una sociedad en la que el odio se escudriña y ha llegado a ser delito, hagamos de la misericordia –verdad, justicia y perdón– una virtud personal y pública que nos libere del poder del mal y las perversas lógicas de la polarización y el enfrentamiento. La misericordia ha de iniciar una nueva lógica social que renueve aquella que consideraba, ya desde el siglo XIX, a los vicios privados –soberbia, codicia, gula, ira, lujuria, envidia, pereza– virtudes públicas, pues engrasan el sistema dominante y motivan a participar en él. Los desajustes de este método son tales para la humanidad y la casa común que surge un gemido de algo nuevo.
Como fruto maduro de este anuncio del Amor del Corazón de Jesús brotan:
- La fraternidad y la amistad social que nuestras parroquias, comunidades, cofradías han de vivir dotándose también de medios visibles. Amistad y fraternidad que proponemos como punto inamovible del diálogo social y, desde cuya perspectiva, es necesario abordar las diferencias que se dan en el espacio público y privado. La Iglesia está iniciando un camino sinodal de conversación y discernimiento que queremos compartir.
- El Reinado de Cristo que invocamos, ¡venga tu Reino!, y ensayamos, ofreciendo carne y sangre al amor preferencial el Señor a los más débiles, contribuyendo con nuestra presencia a renovar los ambientes e instituciones de la vida social y peregrinando juntos alentando la esperanza y disponiendo tiendas de encuentro y hospitales de campaña para nuestros compañeros de viaje.
María es Reina y Señora de todo lo creado, así aparece en la advocación de San Lorenzo. Así será coronada como Soledad de la Vera Cruz en esta misma Catedral el próximo día 23.
Aquí nos tienes, Madre coronada, Virgen de San Lorenzo. No se cansa este pueblo de aclamarte: ¡Oh Clementísima, Oh Piadosa, Oh dulce Virgen Santa María! Y pedir tu intercesión, Patrona de Valladolid, dulce Señora mía, Madre de Dios y Madre nuestra. Amen
Veni lumen cordium