17.marzo.2019__ Jesús tiene 33 años y es sacerdote desde hace cinco en tres pueblos de la provincia de Valladolid. Además da clases en un colegio, colabora en una emisora de radio y tiene tiempo para gestionar diariamente sus redes sociales. “Si te organizas hay tiempo para todo: para atender las parroquias, para atender a los enfermos, también hay tiempo para dar catequesis incluso para ayudar a los coros”, asegura.
Los domingos para Jesús se resumen en mucho tiempo en la carretera entre misa y misa:”Que haya cada vez menos sacerdotes implica que los que somos nos tenemos que multiplicar”.
Hablamos con otro cura con muchos más años en el oficio. También se llama Jesús y es un sacerdote de la vieja escuela. Tiene 80 años, se ordenó hace 56 y actualmente es párroco en una iglesia de Medina del Campo, en Valladolid. Él cree que la labor de los curas ha cambiado mucho en los últimos tiempos: “En mis inicios tenías que dar la misa y poco más, pero hoy en día tienes una tarea con los jóvenes, con los padres, con la catequesis”.
Se habla de una crisis vocacional en este campo, pero 2018 fue un buen año ya que las ordenaciones sacerdotales aumentaron un 24%.