974 seminaristas mayores (9 de ellos en Valladolid) cursan estudios en los seminarios españoles
15 marzo, 2023La Iglesia celebra el 19 de marzo, solemnidad de San José, el Día del Seminario, este año con el lema ‘Levántate y ponte en camino’.
Con este motivo, la Subcomisión Episcopal para los Seminarios hace públicos los datos del número de seminaristas que cursan estudios en los seminarios mayores diocesanos en el curso 2022-2023: son un total de 974 seminaristas (9 de ellos en el Seminario Diocesano de Valladolid); las ordenaciones sacerdotales han sido 97; y el número de nuevos ingresos, 172.
Un año más, 172 jóvenes de las diócesis españolas han respondido con generosidad a la llamada al sacerdocio ingresando en los seminarios. Esto hace que sean 974 los candidatos que se encuentran en las distintas etapas de la formación inicial. Además, 97 han recibido la ordenación sacerdotal.
Como reflejan las cifras, el número de seminaristas ha descendido en relación al ejercicio anterior, en el presente hay 54 seminaristas menos. La bajada se explica entre otras cosas, por la nueva metodología en la recogida de los datos, que por primera vez ha sido nominal, y ha estado a cargo de la Oficina de Transparencia de la Conferencia Episcopal.
También hay que tener presentes la secularización y la falta de compromiso por parte de no pocos jóvenes, que también se reflejan en otros datos estadísticos, como en el número decreciente de matrimonios -tanto civiles como eclesiásticos. Aun así, hay que estar agradecidos de que un número significativo de jóvenes vivan comprometidos en la búsqueda de la voluntad de Dios, que nos invita a abrazar una vocación preciosa en su Iglesia. Vocación que siempre tendrá como horizonte el servicio.
Precisamente, para ayudar en el acompañamiento de tantos jóvenes en búsqueda ha nacido el Servicio de Pastoral Vocacional de la Conferencia Episcopal Española, que recoge la colaboración de cuatro Comisiones episcopales (Clero y seminarios; Laicos, familia y vida; Vida consagrada y Misiones) y que es un signo del decidido impulso de la Conferencia Episcopal por seguir anunciando la dimensión vocacional como la que estructura toda la vida en el seguimiento de Cristo.