Conferencia ” La Teología Feminista: Dios ya no habla sólo en masculino”
7 junio, 2017La teóloga Carmen Soto ha realizado su intervención en la Semana de la Teología con la conferencia titulada “La teología feminista: Dios ya no habla solo en masculino”, abordando desde una mirada actual la figura femenina y la evolución del tratamiento y reconocimiento de la mujer en la Iglesia a lo largo de la historia.
Carmen Soto desarrolló un repaso por la historia y los momentos fundamentales de reconocimiento de los derechos y el papel de la mujer. Centró su intervención en torno a tres temas principales a la hora de analizar el papel femenino en la biblia; la revelación, el lenguaje sobre Dios y la interpretación de la palabra Dios, destacando que en ocasiones la biblia muestra a la mujer a través de historias desgraciadas y con un papel secundario “Parece que no había una palabra de Dios pronunciada sobre ellas” enfatizó la teóloga.
A partir del siglo XIX se comenzó a reflexionar sobre el rol de la mujer en la sociedad y en la Iglesia. Cuando las mujeres comenzaron a estudiar Teología se encontraron con que la mujer no tenía la misma participación que el hombre
Momentos destacados en la historia. Carmen Soto desgranó a lo largo de su intervención diversos momentos en el je temporal que ponen de relieve la sensación de la mujer de falta de relevancia. Comenzó citando a santa Teresa de Jesús cuando en el siglo XVI escribe: “No hay virtud de mujer que no tenga por sospechosa los jueces hijos de Adán” “o “No es razón desechar ánimos virtuosos y fuertes, aunque sean de las mujeres”.
La ponente hizo otra parada para hablar revolución francesa y la declaración de derechos humanos, “la primera declaración de derechos de los hombres y los ciudadanos”. A penas un año después la mujer que reivindicó una declaración de derechos de las mujeres y las ciudadanas fue condenada a la guillotina. También en el mundo moderno en los años cincuenta la mujer comienza a estudiar Teología y se encuentra que el papel de la mujer en la Iglesia es secundario, algunas mujeres abandonan la Iglesia tras sus estudios por no encontrar un espacio, aunque la mayoría se quedan. Se ha avanzado mucho en el proceso de situar a la mujer y su rol en sintonía con el del hombre, y se necesita seguir trabajando en esta vía, insistió.