El domingo 11 de junio, Cáritas celebra el Día de la Caridad con motivo de la Festividad del Corpus Christi. Es la fecha en la que presenta públicamente su actividad durante el último año.
Y lo hace en un momento social muy complejo. Después de la pandemia estamos asistiendo a diversas guerras, incremento de las situaciones de violencia y desastres naturales, que están en las causas del incremento de la inflación, de la crisis energética que atravesamos y de la crisis migratoria que está provocando millones de refugiados. Lejos de mejorar, la vida de las personas con más dificultades sociales se complica.
Una atención más intensa a las necesidades básicas
Tal y como señala el estudio de la Fundación FOESSA “El coste de la vida y estrategias familiares para abordarlo”, con las heridas de la pandemia aún abiertas, los hogares en España afrontan ahora una nueva crisis, esta vez de tipo inflacionaria, derivada principalmente de la guerra en Ucrania. El conjunto de la sociedad se está viendo afectada por el encarecimiento del coste de la vida. Los recibos aumentan y cada vez cuesta más llenar la nevera y pagar las facturas.
Las partidas de gastos esenciales –vivienda, alimentación y transporte–, que son los capítulos del gasto a los que las familias están dedicando la mayor parte de sus ingresos, son precisamente los que están soportando el mayor incremento de los precios. Así, la inflación correspondiente a los gastos en vivienda y suministros (agua, luz, gas) alcanzaba en junio de 2022 el 19%, al igual que la partida de transporte. Por su parte, el crecimiento de los precios de la alimentación superaba el 13%.
Esta situación ha llevado a Cáritas Diocesana de Valladolid en 2022 a una mayor intensidad en las ayudas a las familias y a las personas. 8.039 personas se vieron beneficiadas del 1.058.236,42 € que la entidad de la Iglesia Católica dedicó al Programa de Acogida y Atención Primaria.
Se ha tenido que ayudar más, en más necesidades y durante más tiempo. Si en otras ocasiones una ayuda puntual podía ser un soporte para una familia, ahora precisa de una ayuda más continuada, y, además, destinada a varias necesidades (alquiler, suministros, …). Un dato significativo es que durante 2023 se ha continuado apoyando al 65 % de las personas a las que se ayudó en 2022.
Hay que tener en cuenta que la inflación tiene también sus efectos en la capacidad de las ayudas: con la misma cantidad económica se pueden hacer menos ayudas.
Una tarea importante para ayudar a las familias y personas a cubrir las necesidades básicas también ha sido la información y el apoyo para facilitar su acceso a recursos y prestaciones públicas a las que pudieran tener derecho: ayudas a la vivienda, prestaciones escolares, …
De la ayuda a procesos de acompañamiento más integral y de calidad
Un paso importante dado en 2022 es que se ha continuado avanzando en la respuesta a diferentes necesidades, no solo materiales, de las personas y de las familias.
Del total de las personas atendidas por Cáritas Diocesana de Valladolid en 2022, el 49% ha participado en varios programas. Gracias a la implantación durante el año de un sistema de gestión de la calidad certificado por el correspondiente sello de AENOR, se ha mejorado la coordinación y la derivación interna entre servicios y proyectos de la entidad, ofreciendo una atención de mayor calidad a las personas y familias.
Uno de los programas clave en el acompañamiento es el de Empleo y Economía Solidaria, que ha hecho camino con 1.852 personas para potenciar todos los aspectos que les ayuden a encontrar un empleo y mantenerlo. 570.329,18 euros ha dedicado Cáritas a estos procesos de acompañamiento que se han adaptado a cada persona, y cuya duración ha dependido de sus necesidades, unos más cortos, otros de varios meses a lo largo del año.
Especial atención a la salud mental, con un servicio transversal
En este acompañamiento ha jugado un rol muy importante el servicio de acompañamiento psicológico y emocional. Las 367 personas atendidas han sido derivadas por el resto de los programas de la entidad.
La pandemia provocada por la COVID-19 ha evidenciado las dificultades en cuanto salud mental de las personas, que se proyectan en todos los ámbitos de sus vidas.
El “Informe sobre exclusión y desarrollo social en Castilla y León 2022 de FOESSA” señala que el 50,6 % de la población de nuestra comunidad autónoma reconoce que su estado de ánimo tras la pandemia es peor que antes del confinamiento, porcentaje superior en 10,5 puntos al del conjunto de España. Ese porcentaje resulta mayor entre la población en situación de exclusión social, ascendiendo a 63,4 %.
Por ello, durante el año 2022 se ha consolidado un equipo psicológico de cinco profesionales que ha potenciado el apoyo y la salud mental y emocional, no sólo con los participantes, sino también con voluntarios y trabajadores. Han destacado por su novedad las acciones grupales. Además, la intervención psicológica está integrada en los procesos que se siguen en los programas de adicciones, mujer y personas sin hogar, configurándose como un servicio transversal para toda la entidad.
Una apuesta por la acción desde el territorio y el tejido de vínculos
Estudios anteriores de FOESSA manifestaban que las redes vecinales se venían debilitando, lo que se agravó con la pandemia. Según el “Informe sobre exclusión y desarrollo social en Castilla y León 2022” «la distribución de los hogares en Castilla y León en función de la ayuda que reciben y/o prestan ha cambiado sustancialmente respecto a 2018: se ha reducido notablemente la proporción de quienes se prestan ayuda mutuamente (de 68,2 a 45,5 %), y ha aumentado significativamente la proporción de quienes ni reciben ni prestan dicha ayuda (de 10,8 a 30,3 %).»
Desde hace un tiempo, en Cáritas Diocesana de Valladolid se venía reflexionando acerca de cómo impulsar la acción comunitaria en los territorios. Estos datos animaron a que, en 2022, con el asesoramiento de Cáritas Española, poner en marcha un equipo de animación comunitaria con el objetivo de reforzar la acción de las Cáritas Parroquiales y mejorar la coordinación entre las diferentes acciones que ya se estaban desarrollando en el territorio con niños, mayores y mujeres.
A lo largo del año, la mayoría de los Equipos Parroquiales de Cáritas han ido retomando progresivamente la actividad habitual como primer lugar de acogida y acompañamiento a las personas y familias en el territorio.
Tanto a nivel parroquial, como interparroquial, arciprestal y diocesano, se han recuperado, en unos casos, y puesto en marcha, en otros, espacios de encuentro de los agentes y de participantes con normalidad. El objetivo es generar vínculos.
La acción sensibilizadora y comunicativa de Cáritas en este sentido ha incidido en lo comunitario. Se ha informado de manera continuada de las actividades grupales realizadas durante todo el año y se han desarrollado las diferentes campañas, destacando el Día de la Caridad, el Día de las Personas Sin Hogar y Navidad.
Para esta área de trabajo, Cáritas Diocesana de Valladolid ha destinado durante el año 214.873,78 euros.
El peso de los fondos propios
En 2022 se han destinado 3.477.799,79 euros a las diferentes acciones de Cáritas Diocesana de Valladolid. De los recursos obtenidos, el 21,4 % procede de fuentes públicas y el 78,6 % de privadas.
Cáritas agradece a todas las personas y entidades, públicas y privadas, que han confiado en ella durante el año pasado y han hecho posible que se haya atendido a 8.449 personas, intervenciones de las que se han beneficiado 10.706 personas.
Y especialmente quiere transmitir un agradecimiento a socios, donantes, comunidad cristiana y personas que han legado a Cáritas. Su aportación representa 2.307.425,80 euros (el 66 % del total de recursos). Esto permite dar respuesta a nuevas necesidades y situaciones sociales a las que no llegan otros recursos y ayudas: personas en situación administrativa irregular, personas que no cumplen todos los requisitos de la convocatoria de una ayuda, …
Con motivo del Día de la Caridad, la entidad hace además un llamamiento a que continúen estas aportaciones. Y para ello desarrolla una campaña invitando a hacerse socio de Cáritas Diocesana de Valladolid, lo que significa realizar una aportación económica permanente, en la cantidad y periodicidad que la persona desee.
Tú tienes mucho que ver. Somos oportunidad, somos esperanza
Este es el lema con el que se celebra la fiesta de Cáritas, el día de la Caridad. Este lema lo hacen vida las personas gracias a las que han sido posibles los procesos de acompañamiento: las 545 personas voluntarias, las 68 trabajadoras, las 783 socias y las 1.414 donantes.
Todas estas personas «han querido ser parte de los sueños y esperanzas de los otros. Un enorme GRACIAS a todos los que hacéis posible que la iglesia siga siendo hogar de esperanza, de cuidado y de refugio para los más vulnerables».
Estas personas han sido oportunidad y esperanza, para los hermanos y hermanas que sufren cerca, pero también para los que están un poco más lejos. A través de la Cooperación Fraterna se apoya la acción sociocaritativa del Vicariato Apostólico de Puyo en Ecuador y la respuesta de las Cáritas locales a las emergencias en su país, este año 2022 a las Cáritas de Ucrania y de los países del entorno.
Con motivo de la festividad del Corpus Christi, Cáritas Diocesana de Valladolid ha organizado una Semana de la Caridad que comenzó el sábado 3 de junio con la IV Fiesta de la Amazonía en solidaridad con el Proyecto Encuentro de niños y niñas de la calle de Puyo (Ecuador).
El martes 6 de junio, el equipo técnico tendrá un encuentro con el Delegado Episcopal de Cáritas Española, D. Vicente Martín; el 7 de junio las comunidades parroquiales están invitadas a convocar una oración; y el 8 de junio se celebrará un encuentro de voluntariado en el que se hará un reconocimiento de aquellas personas voluntarias de 75 o más años.
La semana concluirá el domingo 11 de junio con la celebración en todos los templos de la Eucaristía, cuya colecta se destinará a Cáritas Diocesana de Valladolid.