En la parroquia de San Lorenzo el 11 de octubre, tuvo lugar una “Vigilia de Oración por la liberación de las Nuevas Esclavitudes”, con participación, en la Santa Misa, de los miembros de la Hospitalidad de Lourdes. En su Homilía, el sacerdote don Jesús Álvaro destacó que, como personas de fe, “tenemos que ser capaces de no ocultar la verdad por temor al qué dirán, por cómo me van a ver o si me voy a situar mejor o peor socialmente”; que “en nuestra sociedad, que parece que es la sociedad de las libertades, nos encontramos con que somos esclavos de diversas formas y de caprichos, y se actúa por lo que ahora se llama «colonización ideológica»; es decir, de una manera de estar sobre los demás de manera global sin posibilidad de llevar la contraria; que “tenemos que andar contra corriente, pues creemos en el amor del Señor, en Cristo, que es «»Camino, Verdad y Vida”: Camino, o sea, “la ruta que hay que seguir; Verdad, porque, si no hay verdad, somos esclavos; Vida, porque Él es Aquel que nos promete y cumple ese deseo del corazón de vivir eternamente”.
En el Exordio, una joven mujer de la asociación Evangelium Vitae, expresó: “Nos reunimos en evocación de la Virgen del Buen Remedio, Redentora de Cautivos – su fiesta es el 8 de octubre-. La esclavitud sigue presente por la explotación laboral y sexual. Hay adicciones que esclavizan la voluntad – entre otras, señaló “la ludopatía”, impulsada por “Casas de Apuestas”- y aquellas a las que “el Papa Francisco llama “COLONIZACIÓN IDEOLÓGICA“, que “aprisionan la mente”, e, incluso, ciegan la razón, niegan la evidencia y se imponen “desde lobbies ideológicos y élites adineradas muy poderosas que influyen en políticos” y se difunden por los “medios de comunicación”.
En el Ofertorio, destacó un hermoso ramo de claveles como “símbolo de la belleza de la creación y de la vida”, y “una cinta blanca anudada”, semejante a la de la “Virgen Desatanudos”, como símbolo de las nuevas esclavitudes, de nuestros problemas y dificultades y de la “colonización ideológica” que no respeta la naturaleza humana ni la libertad”.
Terminó la celebración, muy hermosa, con una oración y canción a la Virgen, guiada por una señora de la Hospitalidad de Lourdes.
Josefa Romo