22.octubre.2018__ La Diócesis conmemoró el día de la Dedicación de la Catedral, que tuvo lugar el 22 de octubre de 1882, siendo obispo de Valladolid, Benito Sanz y Forés. En el transcurso de la homilía, el deán, José Andrés Cabrerizo, recordó que la dedicación no se celebraba “como un acontecimiento del pasado, sino como una muestra de la fidelidad de Dios a cada uno de nosotros” y apostilló que todos “estamos llamados a ser testimonios de ese amor de Dios. A ser piedras vivas de ese edificio del que Cristo es piedra angular (…) a edificar el templo de Dios”.
Cabrerizo, acompañado por otros miembros del cabildo catedralicio, recordó asimismo que el Concilio Vaticano II utiliza la expresión ‘pueblo de Dios’ para definir a la Iglesia, junto con el cuerpo de Cristo y el templo del Espíritu Santo, “términos que hacen referencia a la Trinidad y que se relacionan en sí mismos. Templo-lugar de reunión y cuerpo-unidad. Jesucristo-cuerpo. Piedras vivas llamadas al amor”..