Cistercienses - OCist
Vida consagrada - Vida contemplativa
Presentación:
En la Borgoña francesa, el 21 de marzo de 1098, un monje benedictino funda, en un lugar llamado Císter, un "Nuevo Monasterio". Estos monjes, llamados cistercienses, por el lugar donde habitaban, acentuaron la pobreza, el trabajo manual para mantenerse a sí mismos, el alejamiento de los asuntos mundanos y un equilibrado tiempo de oración que dejara espacio suficiente para la lectura.
Los primeros abades del "Nuevo Monasterio" fueron San Roberto de Molesmes, San Alberico y San Esteban Harding, reconocidos como los Santos Fundadores de la Orden Cisterciense. En 1113, hay un acontecimiento que marcó el verdadero carisma cisterciense, Esteban Harding recibe en el "Nuevo Monasterio" a Bernardo de Fontaines, hoy conocido como San Bernardo de Claraval, quien da un gran impulso al desarrollo y evolución del estilo de vida cisterciense, el cual es sencillo, frugal y de vida intensamente comunitaria. Las monjas cistercienses buscan a Dios y siguen la Santa Regla de San Benito, marcada por la escuela de la caridad fraterna y divina. Esteban Harding, además, dotó a los cistercienses de un documento de especial importancia, texto básico de nuestras relaciones fraternas: La Carta de Caridad.
Por medio de la acogida y la hospitalidad, la comunidad comparte los frutos de su contemplación y trabajo; vive en un clima de silencio y soledad que favorece y expresa su apertura a Dios en la contemplación.
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