Iglesia en Castilla - Secretaría de los Obispos y de Pastoral |
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Comunicado final
22º Encuentro de Arciprestes 2003 - Villagarcía de Campos
Pistas para el camino
12 de marzo de 2003
Publicado: BOA 2003, 230.
Los Arciprestes, Vicarios, y Representantes de Organismos de Pastoral de Juventud de las diócesis de Castilla y León, presididos por sus Obispos y reunidos para celebrar el XXII Encuentro en Villagarcía de Campos, después de una reflexión, diálogo y discernimiento comunitarios sobre el tema Una Pastoral de Juventud con futuro, y en vísperas del gozoso Encuentro con el papa Juan Pablo II en Madrid, hemos formulado el siguiente Objetivo general con sus Propuestas Operativas para seguir caminando:
I. Objetivo
Lograr un joven cristiano que al final de un proceso, llegado a la condición adulta haya conseguido una identidad cristiana personalizada en una síntesis fe-vida, que desarrolle la dimensión eclesial, descubra el modo concreto de ser creyente al que Dios le llama, con una espiritualidad basada en el seguimiento de Jesucristo y comprometida en la evangelización y transformación del mundo en el horizonte del Reino.
II. Propuestas operativas
1. Optar por integrar la fe y la vida a través de:
2. Hacer presente la Iglesia en los ambientes juveniles (tiempo libre, ambientes estudiantiles y universitarios, medio rural y medio laboral), buscando el diálogo con la realidad juvenil y animando la implantación de los movimientos apostólicos.
3. Hacer operativo el protagonismo de los jóvenes en la Iglesia, mediante realidades asociativas como la Acción Católica, Grupos Parroquiales de Jóvenes, u otras (Comunidades con carisma particular, Nuevos Movimientos...), así como el ejercicio de la propia responsabilidad en la comunidad parroquial y en la sociedad, prioritariamente con los más pobres.
4. Coordinar y articular la pastoral juvenil mediante:
III. Razones para la esperanza
Creemos en Cristo y confiamos en los jóvenes; especialmente en los jóvenes.
Finalmente, en estos momentos tan dramáticos para la humanidad, llenos de esperanza, y confiados en el Espíritu Santo, en unión con toda la Iglesia imploramos a Dios por medio de Santa María Reina de la Paz, y decimos: «Sí a la Paz», basada en la justicia y alimentada por el diálogo, el perdón y el amor entre gentes y naciones.
Villagarcía de Campos, 12 de marzo de 2003